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Los anuncios publicitarios de las carreteras distraen a los conductores, según un estudio de la UGR

Las vallas publicitarias colocadas en las carreteras no son un elemento a favor de una conducción segura. Y es que este tipo de anuncios disminuye la atención de los conductores de motocicletas y máxime cuando la publicidad tiene contenido emocional y se apela a emociones negativas como el miedo, según se recoge en un estudio realizado por investigadores del Departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada. [Ver cursos de Psicología]

Ante esta relación entre los anuncios publicitarios, la distracción de los conductores y la influencia de las emociones en la conducción, el estudio aboga por regular su contenido para prevenir riegos, además de por tener en cuenta las emociones y el contenido publicitario en el diseño de los programas de prevención de riesgos al conducir motocicletas.

Estas son las principales conclusiones que ha arrojado el informe de los investigadores, que cuenta con financiación de la Junta de Andalucía, y que se ha centrado en el estudio de los mecanismos mentales por los que los conductores ejecutan conductas de riesgo en la conducción de motocicletas.

Para este estudio, se ha trabajado con tres simuladores de conducción de moto a través de los que se ha podido definir y graduar las conductas seguras y de riesgo en cada participante. Un proceso en el que se ha contado con la colaboración de Honda Motor Europa.

En estas pruebas, los investigadores han podido constatar cómo un entrenamiento relativamente corto en conducción simulada puede llevar a reducir la conducta de riesgo en los conductores novatos, modificando aspectos como la exploración visual, el manejo de la moto y la adaptación de la velocidad adecuada.

Igualmente, las pruebas realizadas permitieron a los investigadores ahondar en si el entrenamiento específico es útil para reducir el comportamiento de riesgo y, por lo tanto, comprobar si los cursos de conducción ante infracciones y pérdida de puntos de carné tienen utilidad real.

Con este fin, realizaron una comparación entre principiantes sin permiso de conducción y expertos, poniéndose de manifiesto que el entrenamiento de los motoristas puede mejorar la toma de decisiones seguras ante situaciones que sean potencialmente arriesgadas.

Una conclusión que, según el estudio, está en sintonía con las nuevas medidas de la Ley de Seguridad Vial en la que se exige una experiencia de dos años para el paso de 125 cc a 500 cc y otros dos años y formación específica para motos de más de 500 cc.

Más información:

Universidad de Granada

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