– Investigan la capacidad de aprendizaje de los niños con Síndrome de Down.
Por primera vez en nuestro país un grupo de investigadores ha conseguido evaluar el perfil de habilidades y actitudes hacia el aprendizaje de los preescolares con Síndrome de Down. Para ello han utilizado una técnica de evaluación que se aplica en Estados Unidos y que permite conocer la capacidad de aprendizaje en los niños de entre 3 y 5 años.
Investigadores del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada han estudiado por primera vez el potencial de aprendizaje de los niños con Síndrome de Down. Para llevar a cabo este estudio, los investigadores han adaptado al castellano una escala de evaluación desarrollada por un equipo de profesores de Estados Unidos para evaluar las habilidades, actitudes y potencial de aprendizaje de los preescolares en diferentes tipos de tareas.
La técnica de evaluación utilizada por los investigadores de la UGR se conoce como Escala de Aplicación de Funciones Cognitivas (ACFS), de Lidz y Jepsen, y se basa en la aplicación de estrategias de aprendizaje y procesos cognitivos en tareas típicas del currículum de la etapa de Educación Infantil (de 3 a 5 años). “En resumen –apunta la investigadora Mª Auxiliadora Robles-, podemos afirmar que la escala ACFS es un instrumento adecuado para su uso en la población preescolar española con Síndrome de Down, tal y como prometían sus autores para los sujetos con Necesidades Educativas Especiales en general”. Esta herramienta ha sido de gran utilidad para los investigadores, ya que cubre un vacío en la evaluación de la población de personas con Síndrome de Down, por una parte, y de la población infantil, por otra.
La investigación se ha llevado a cabo con una muestra formada por 127 niños de entre 3 y 6 años, escolarizados en diferentes colegios públicos de la provincia de Jaén. Los autores de este trabajo dividieron la población en cuatro grupos: el primero compuesto por niños con Síndrome de Down; un segundo grupo llamado ‘Retraso’, formado por niños con diagnóstico asociado a discapacidad intelectual, realizado por el Equipo de Orientación de su colegio; otro grupo llamado ‘Preescolar’ que represente a niños de Educación Infantil que han sido designados por sus maestros como niños que poseen un desarrollo típico; y por último, un grupo llamado ‘Control’ que no recibió entrenamiento de ningún tipo.
‘Tests’ inadecuados
Diversos trabajos de investigación han mostrado que los test tradicionales son inadecuados a la hora de revelar la capacidad de aprender de los niños con especiales problemas de aprendizaje, ya que se diseñaron según parámetros estáticos que impiden el aprendizaje en la situación de evaluación. La Evaluación del Potencial de Aprendizaje o la Evaluación Dinámica, según concluye al investigación, permite llegar a un conocimiento más exacto de las características cognitivas y de aprendizaje de las personas con Síndrome de Down.
La ACFS se basa teóricamente en los constructos de Zona de Desarrollo Próximo de Vygotsky, y de Modificabilidad Cognitiva y Experiencia de Aprendizaje Mediado de Feuerstein. A nivel metodológico, sigue un mismo formato de actuación, independientemente de su designación, que se basa en la aplicación de dos formas de la misma tarea o prueba, de forma paralela, en dos momentos distintos del proceso evaluativo, al principio (‘pretest’) y al final (‘post-test’), siendo la parte central del procedimiento el entrenamiento que se realiza entre ambas, que trata de influir positivamente en la ejecución del post-test.
La investigadora de la UGR señala que “es necesario ser conscientes de la clara desventaja que para todos los ámbitos de la vida, y sobre todo el académico, supone tener Síndrome de Down, y de que el ofrecer respuestas de calidad para las necesidades de estas personas pasa, sin lugar a dudas, por el estudio y conocimiento de sus posibilidades y sus características especiales”.
El objetivo de este trabajo, ha señalado Robles, es “conocer un poco más a esta población”, de manera que se puedan encontrar “posibles recursos evaluativos que faciliten descubrir el funcionamiento de su peculiar proceso de aprendizaje”. Y es que Robles Bello cree que “debemos romper con la idea, todavía presente, de que las desigualdades entre las personas están genéticamente determinadas. De ahí la importancia de demostrar que las personas con Síndrome de Down tienen potencial de aprendizaje que es puesto a la luz con este tipo de metodología evaluativa”.
Descargar