El consumo de pescado durante el embarazo podría mejorar la capacidad intelectual de los niños y su conducta social, según han comprobado los investigadores del proyecto Nutrimenthe, coordinado por la Universidad de Granada. Entre las áreas de potencial mejora se encuentran la inteligencia verbal y las habilidades de motricidad fina.
El consumo de pescado por mujeres embarazadas podría aumentar la capacidad intelectual de los niños y su conducta social. Son datos que se desprenden de la investigación «Efecto de la dieta sobre el rendimiento mental de los niños» del proyecto Nutrimenthe, coordinado por la Universidad de Granada y presentado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Según este estudio, los niños cuyas madres comieron pescado en el embarazo presentan mejores resultados en las pruebas de inteligencia verbal y en motricidad fina, al tiempo que desarrollan una mejor conducta prosocial. [Ver cursos de Gestión del Talento e Integración Social]
Para llegar a estas conclusiones los científicos han investigado el efecto de la ingesta de pescado durante la gestación junto a la variabilidad genética sobre la capacidad intelectual y han llegado a la conclusión de que el aceite de pescado es la principal fuente de ácidos grasos Omega-3 de cadena larga, como por ejemplo el ácido docosahexaenoico, un componente estructural clave de las membranas celulares del cerebro. [Ver cursos de Alimentación]
Para la realización de este estudio, financiado con casi seis millones de euros por parte de la UE, se analizaron muestras de sangre de más de 2.000 mujeres a las 20 semanas de embarazo, y del cordón umbilical de sus hijos al nacimiento. Esto ha permitido a los científicos investigar acerca de la ingesta de pescado como fuente de ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, su efecto tras la transferencia placentaria sobre el desarrollo fetal, y cómo los diferentes genotipos influirán sobre los niveles de estos importantes ácidos grasos de cadena larga en el feto.
Los resultados apuntan a que los niveles de DHA en el feto dependen del metabolismo materno y fetal, de lo que se deduce que la cantidad de DHA suministrada al feto por la madre a través de la placenta «podría ser muy importante».
En un estudio previo, los investigadores demostraron que el consumo de pescado durante el embarazo se asocia a un mayor Coeficiente de Inteligencia en los niños a los 8 años. Los científicos aún siguen investigando si los niveles de DHA maternos están directamente relacionados con los resultados en los niños. Quizá en 2013, fecha en la que está previsto que finalice el proyecto, se haya resuelto esta cuestión.