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2.000 alumnos pasarán por las 6 sedes estivales del Centro Mediterráneo

– 2.000 alumnos pasarán por las 6 sedes estivales del Centro Mediterráneo

Dos millares de alumnos que se distribuirán entre los 39 cursos que comprende esta XXIV Edición. Almuñecar, Granada, Guadix, Lanjarón, Motril y Ronda acogen esta oferta que incluye temas de actualidad como la adaptación del sistema universitario español al Espacio Europeo de Educación Superior, la Biomedicina o las Nuevas Tecnologías.

“Aunar la continuidad en aquellas temáticas que han contado con una alta aceptación de los alumnos, con otros que destacan por la actualidad de las temáticas y por su carácter práctico” es el objetivo del programa que desarrolla este verano el Centro Mediterráneo (CEMED). Así lo ha explicado el director del centro, Juan Francisco García Casanova.

Se trata de un organismo tutelado por la Universidad de Granada a través de un Patronato en el que están presentes la Diputación Provincial de Granada, Caja Granada y los ayuntamientos de Almuñécar y Motril. Este verano cuenta además con la colaboración de entidades como la Fundación Ramón Areces, BASF, la Cámara de Comercio de Granada, Halcón Viajes, Mapfre o Telefónica España.

En esta XXIV Edición, se desarrollarán 39 cursos de verano que darán cabida a la participación de más de 2.000 alumnos y de 400 profesores. Este año se mantienen, además, los cursos que tradicionalmente han contado con una muy buena acogida en ciencias experimentales y técnicas, ciencias de la salud, humanidades y ciencias sociales, económicas y jurídicas.

Como novedad, se suman este verano cursos de actualidad relacionados con la Biomedicina, la utilización de las TIC en atención socio-sanitaria, articulación de diferencias en el Estados de las Autonomías o Trazabilidad de los alimentos, entre otras.

Cursos muy prácticos

Mención aparte merece en esta edición, además, el hecho de que sean cada vez más los cursos que rompen con la barrera de la clase magistral. Algo que, si bien ha sido nota común en los cursos de verano, encuentra este año con numerosos ejemplos de cómo las clases se hacen cada vez más prácticas, haciendo que el profesor integre a los alumnos en dinámicas de trabajo activo. Son los casos de cursos como el de Tecnología lítica tallada, Dirección estratégica de la empresa mediante ejercicios de “bussiness game”, Estudios sobre falsificación de documentos y pericia caligráfica, Audiodescripción, Psicología y comunicación, Interpretación musical en el clasicismo, Cocina del mar, etc. Cursos, todos ellos, en los que el profesorado hará introducciones teóricas a temáticas que los alumnos habrán de desarrollar en sesiones prácticas.

Sobran razones para celebrar los cursos

Esta edición de cursos ahonda en la línea de los más veinte años de historia del CEMED. “Los cursos -señala García Casanova- tienen sentido por razones muy determinadas, que de no darse los invalidarían como fórmula universitaria de trabajo”.

El director ha explicado que los cursos contribuyen, en primer lugar, a enriquecer a la universidad gracias a que se abordan temáticas que habitualmente no encuentran su “hueco” a lo largo del curso académico. En segundo lugar, integran en un mismo espacio de diálogo a expertos de universidades, empresas e instituciones, con la riqueza que ello implica en tanto que abren espacios de cooperación entre la universidad y el mundo de la empresa. En tercer lugar, la universidad de verano crea un espacio propicio para que los profesores lleguen a preacuerdos sobre nuevos proyectos de investigación, innovación docente y oferta interuniversitaria de programas de postgrado. Por último, en cuarto lugar, los cursos sirven tanto a estudiantes de grado y de postgrado, que asisten a otra manera de hacer universidad en contacto directo con docentes e investigadores, como a profesionales que necesitan reciclarse, en los procesos de formación continua.
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