Pregunta.-) ¿A qué se debe esta afinidad por el idioma ruso?
(Respuesta.-) Desde pequeño he tenido una gran pasión por la cultura rusa, me gustaba mucho la literatura rusa, los grandes clásicos como Tolstoi o Dostoyevski. A la vez, siempre me interesó la lengua, y en concreto las lenguas de culturas muy diferentes a la nuestra. Los idiomas de estructura sintética siempre me atrajeron mucho, son lenguas (como las eslavas) cuya estructura utiliza principalmente los casos, en lugar de preposiciones, para expresar las relaciones entre los miembros de la oración. Por eso, en su tiempo me apasionaron también el latín y el griego clásico.
P.-) Fue el primer coordinador de la titulación en la Universidad de Granada, ¿cómo evolucionó en sus comienzos la licenciatura?
(R.-) Como todo lo que empieza, fue bastante complejo poner en marcha una nueva titulación pero se logró y hoy en día ya está consolidada. En la Universidad de Granada, la lengua rusa se imparte no sólo en la Facultad de Letras, sino también en la Facultad de Traducción e Interpretación. En ambas, su desarrollo y estado actual han sido y son diferentes. En el caso de Traducción e Interpretación, está teniendo un gran éxito y cada año se matriculan entre cuarenta y cincuenta alumnos escogiendo la lengua rusa como tercera lengua o lengua C. La Licenciatura de Filología Eslava (que sólo se imparte en las universidades Complutense de Madrid, Central de Barcelona y Granada) ha tenido un desarrollo importante desde su implantación en 1994 en la Facultad de Filosofía y Letras pero ahora se está enfrentando a los problemas comunes que tiene las demás filologías en nuestro país.
(P.-) ¿Qué proyectos de investigación ha desarrollado hasta ahora?
(R.-) He dirigido seis proyectos de investigación. Todos ellos relacionados con las lenguas eslavas y la traducción especializada del ruso, que han tenido como resultado varios manuales sobre la enseñanza de la lengua rusa y los problemas de la traducción de esa lengua al castellano. Por ejemplo, uno de ellos trata sobre la traducción de documentos jurídico-administrativos del ruso al español. De esta temática no existía nada en español, así que nuestra investigación ha hecho una contribución significativa a la bibliografía existente en español sobre estos temas. Es importante señalar que la Universidad de Granada tiene una gran tradición en la enseñanza y el estudio de las lenguas eslavas, ya que en los años cincuenta, cuando eran escasas las universidades españolas donde se podían estudiar estas lenguas, ya se impartía ruso en el Instituto de Idiomas, del que tomó el testigo la actual Facultad de Traducción e Interpretación.
(P.-) ¿Qué trabajos de investigación realiza en la actualidad?
(R.-) Con mi grupo de investigación he iniciado un proyecto con el que se pretende facilitar la enseñanza del castellano a ciudadanos de origen eslavo. Dicho proyecto consiste en identificar las particularidades de ambos idiomas, el castellano y lenguas de origen eslavo como el ruso, para proponer guías metodológicas que aporten soluciones a problemas habituales de interferencias entre ambas lenguas. En otra línea, estoy desarrollando un estudio sobre la evolución de lenguas minoritarias en el Cáucaso, región de un inmenso valor cultural y lingüístico que desde hace décadas se encuentra en una difícil situación socioeconómica y también sociolingüística.
(P.-) Con su investigación usted pretende, además de avanzar en el conocimiento de lenguas eslavas, acercar las dos culturas, para lo que le gustaría implicar a instituciones de la administración y del sector privado. ¿A qué se debe esta intención de implicar a esos agentes?
(R.-) Creo que no se están aprovechando suficientemente las posibilidades que ofrece un país como Rusia a la economía española y en concreto a una región como la andaluza, cuyos dos principales sectores productivos son el turismo y la agricultura. Existe, cada vez más, un sector de ciudadanos rusos de nivel adquisitivo considerable que eligen España como destino de vacaciones. Al mimo tiempo, los productos agrícolas andaluces pueden encontrar en el mercado ruso un nuevo destino con el que establecer vínculos fuertes a largo plazo.
(P.-) ¿Cómo cree que sus trabajos pueden ayudar al establecimiento de esas relaciones?
(R.-) Por ejemplo, en el caso del turismo, que evidentemente es uno de los principales sectores productivos españoles, habría que \’rusificar\’ más los servicios ofrecidos en nuestro país. Consistiría simplemente en prestar un poco más de atención a los nuevos turistas rusos que vienen a nuestras costas, poder atenderles en su idioma en los hoteles, presentarles las instrucciones, los trámites o los menús en ruso, etc. Serían detalles que agradarían bastante a esos clientes y asegurarían que volviesen con más asiduidad. El trabajo realizado desde el grupo de investigación que dirijo está produciendo material para el aprendizaje del ruso a españoles y de español para rusos, cursos de lengua rusa para trabajadores del sector turístico, etc. Las posibilidades de colaboración con organismos públicos o privados son enormes en este campo. Sin duda, nuestras investigaciones permitirán acercar a distintos organismos, instituciones y colectivos de ambos países. Países como Alemania, Inglaterra, Italia o Francia han iniciado desde hace años relaciones comerciales estrechas con los países eslavos, especialmente con Rusia, aprovechando también las posibilidades que la investigación universitaria ofrece en este campo a la iniciativa pública y privada. Considero que nosotros tenemos mucho más que aportar en este sentido y no podemos desaprovechar las oportunidades.
Más Información:
Rafael Guzmán Tirado
Departamento de Filología Griega y Filología Eslava
Universidad de Granada
Telf.- 958 24 63 93
Email: rguzman@ugr.es
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