INVESTIGADORES DE LA UGR APLICAN LA ELECTROTERAPIA PARA REDUCIR EL EXCESO DE SUDORACIÓN DE LAS MANOS
Las personas que padecen hiperhidrosis sienten rechazo social, y especialmente, en la palma de la mano, provoca una auténtica incapacidad profesional, ya que deteriora el material de contacto y limita la propiocepción palmar.
L. Sánchez
Las zonas oscuras indican un mayor número de glándulas
Aprieta el calor y las gotas de sudor emanan de la piel para regular y mantener la temperatura corporal. Sin embargo, este sudor necesario y fundamental para la vida, en situaciones normales, en exceso, se convierte en un problema para muchas personas. Aunque el volumen de sudor producido ante cualquier estímulo varía en cada individuo, según explica la investigadora Carmen Moreno Lorenzo, del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Granada, “existe hiperhidrosis cuando la sudoración es clínicamente perceptible en condiciones en las que normalmente no sería apreciable”.
La sudoración superior a lo normal o hiperhidrosis está causada por la secreción excesiva de las glándulas sudoríparas ecrinas. Estas glándulas están distribuidas por todo el cuerpo pero su concentración es mayor en las plantas de los pies y en las palmas de las manos. Las personas que padecen esta afección sienten rechazo social, y especialmente, en la palma de la mano, provoca una auténtica incapacidad profesional.
Aunque existen distintas estrategias terapéuticas como la farmacología, psicología y cirugía, entre otras, científicos del grupo de investigación ‘Fisioterapia y Atención Primaria’ de la Universidad de Granada, han conseguido controlar la hiperhidrosis palmar mediante iontoforesis o electroterapia, esto es, por medio de la electricidad. Las manos se sumergen en unas bandejas con agua y se deja pasar una corriente eléctrica. Como afirma la investigadora responsable del estudio, Carmen Moreno, “aunque es una técnica muy antigua, no existe suficiente información acerca de las formas de aplicación del tratamiento en esta zona”.
Alternativa conservadora
Para cubrir estas deficiencias, los científicos granadinos han diseñado diferentes protocolos de aplicación de la técnica y los han ensayado en 60 pacientes. Los investigadores han aplicado en subgrupos experimentales diferentes tipos de corriente eléctrica galvánica, y han modificado la frecuencia e intensidad, así como el tiempo de exposición de la misma. En cualquiera de las modalidades, las dosis han sido ajustadas a la tolerancia y compatibilidad individual de cada paciente para prevenir posibles efectos adversos como irritación o quemaduras.
Ensayo de electroterapia
Según explica Carmen Moreno, las corrientes terapéuticas aplicadas han disminuido la humedad relativa palmar, así como los efectos clínicos secundarios asociados a esta patología como la coloración, temperatura y edema, en todos los subgrupos tratados. Como asegura la investigadora: “La mejoría clínica de todos los pacientes ha sido un hecho objetivable”. No obstante, señala; “Estadísticamente ha sido más significativo el hecho de la obtención de la anhidrosis con corriente galvánica superpuesta”.
En relación a la secuencia temporal de las sesiones e intensidad de las corrientes aplicadas, los científicos han apreciado una mayor disminución porcentual de la humedad relativa en los subgrupos a los que se han aplicado sesiones diarias y dosis de corriente más baja, frente a las sesiones alternas y con dosis de corrientes más alta.
También los científicos han demostrado a través de un estudio histopatológico del tejido dérmico de la palma de la mano que, una vez realizada la aplicación terapéutica, “no hay evidencia de tapones epidérmicos”. Es decir, la sudoración palmar no remite por la obstrucción de los poros como se argumenta en otros estudios.
La investigadora concluye: “Se deben protocolizar los tratamientos, pues no todo el mundo que sude en exceso debe operarse”. Es necesario, por tanto, establecer criterios de forma que se agoten en primer lugar las alternativas más conservadoras.
Más información:
Carmen Moreno Lorenzo
Departamento de Fisioterapia
Universidad de Granada
Tlf.: 958 248 032
Email: carmenml@ugr.es