DE LUIS PARACUELLOS CABEZA DE VACA
La UGR publica una edición facsímil de “Triunfales celebraciones”
La UGR publica una edición facsímil de “Triunfales celebraciones”, de Luis de Paracuellos Cabeza de Vaca
Con estudio preliminar del profesor Miguel L. López-Guadalupe, del Dpto. de Historia Moderna y de América, la Editorial Universidad de Granada publica el libro “Triunfales celebraciones”, de Luis de Paracuellos Cabeza de Vaca.
La obra fue escrita para preservar la historia devocional de un año considerado providencial para la provincia de Granada: el de 1640.
En el mes de febrero de 1640 la tierra había temblado en Granada, e igualmente ocurrió en el mes de octubre; en mayo escaseó el pan en la ciudad y a comienzos de julio los piratas berberiscos saquearon Gualchos, mientras que, en el mismo mes, los barcos franceses vencieron a la armada de las Indias que partía del puerto de Cádiz. Tanta desgracia se vio aliviada por una exaltación popular alrededor de la Concepción Purísima de la Virgen María.
Todo ello se recoge en el libro “Triunfales celebraciones”, obra impresa de la que existen pocos ejemplares (Biblioteca Nacional de Madrid y Universidad de Granada), y especialmente concebida, según Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz, “para recrear en el lector las sensaciones y sentimientos vividos en aquellos días de paroxismo”. Así, siempre según el autor del estudio preliminar de esta edición facsímil, “este libro pretende revivir con todo lujo de detalles los pormenores de una fiesta que no debe caer en el olvido.”
Entre los muchos contenidos de esta obra que ha sido publicada por la UGR en colaboración con la Federación de Cofradías de Granada, destaca, también, una de las más importantes antologías de poesía granadina del siglo XVII. El libro, describe en la primera parte el hallazgo del papel difamatorio en las puertas del cabildo de Granada, “pieza sacrílega –dice el autor del estudio preliminar– que reclama la intervención de la Inquisición. Con la gravedad exigida por el caso, en los días siguientes se reúne el Real Acuerdo de la Chancillería y también el Cabildo municipal, que nombra comisarios especiales para cuanto se ofrezca”.
Así, Miguel Luis López Guadalupe, ofrece una cronología de los hechos que se sucedieron en Granada desde la Semana Santa de 1640 en que aparece el libelo infamatorio, hasta el 16 de diciembre, día del auto de fe en el Convento Santa Cruz la Real, en el que, entre los reos, se encontraba el ermitaño confeso de publicar el libelo.
Afirma López-Guadalupe que entonces, “la ciudad se sumió en un clima de exaltación, mantenido durante meses. Incluso cuando se puso al límite a la riada de manifestaciones religiosas, éstas se celebraron de forma particular especialmente los domingos y al cabo los granadinos volvieron de forma masiva a las calles. Un respiro en medio de grandes adversidades”.