El profesor de la Universidad Americana de El Cairo Ibrahim Awad ha dicho hoy que dentro de 15 años no habrá trabajadores que emigren hacia Europa como consecuencia de la evolución demográfica de los países del Norte de África.
El exresponsable de migraciones de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), que ha inaugurado el primer congreso internacional sobre migraciones en Andalucía, organizado por la Universidad de Granada, ha dicho que los grupos de población de entre 10 y 15 años ya han empezado a disminuir en los principales países de origen de los inmigrantes que llegan a España y al resto de la Unión Europea.
«Hasta 2030 todavía puede haber una reserva de mano de obra», ha apuntado Awad en declaraciones a los periodistas antes de la inauguración del congreso, y ha añadido que todo ello «empezará a disminuir considerablemente a partir de 2025».
El experto egipcio ha abogado por una «gobernanza multilateral» de las migraciones porque tendrá «resultados mejores para todos» frente a las políticas que priman los «intereses nacionales» centradas en la seguridad en las fronteras.
«No es una cuestión de remesas solo» pues los países de destino «reciben ya formados» a los trabajadores, ha dicho el profesor en referencia no solo a los países africanos, puesto que «el paro juvenil no es una propiedad del Norte de África».
A su vez, ha incidido en que «el empleo informal atrae a mucha inmigración irregular».
Respecto de la situación política de su país tras el levantamiento popular que ha provocado la marcha de Hosni Mubarak, el profesor del Centro para las Migraciones y los Refugiados de la Universidad Americana de El Cairo ha destacado que los egipcios «se levantaron por la democracia pero también por cuestiones económicas y sociales».
«Si no se responde a las necesidades económicas y sociales, si no hay mejora en los problemas económicos, la democratización estará amenazada», ha añadido Ibrahim Awad.
En este sentido, ha augurado que, de tener éxito, «será un modelo y tendrá un efecto demostrativo en otros países de África» para los que «Egipto siempre ha sido un precursor».
Awad se ha referido específicamente al caso de Marruecos que «ha tenido la inteligencia de crear canales de participación política que no existían en Túnez o en Egipto».
Sobre la progresiva democratización del mundo árabe, ha señalado que tendría un efecto en los flujos migratorios pues «unos regímenes más democráticos harán mejores políticas públicas».