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¿Quién miente mejor, los hombres o las mujeres?

71862 Un experimento de la Universidad de Granada demuestra que las mujeres son más intuitivas a la hora de reconocer un engaño
¿Quién miente mejor, los hombres o las mujeres?
ABC
Estudiantes participando en la investigación Juego de Imitación
Si hacemos caso al refranero popular, nos encontramos con que «se pilla antes a un mentiroso que a un cojo». ¿Pero quién lo pilla antes, un hombre o una mujer? Responder a esta pregunta, y averiguar las diferencias que existen entre hombres y mujeres a la hora de mentir, es lo que se pretende con un experimento de la Universidad de Granada, en el que han participado 550 estudiantes.

El estudio que se denomina «Juego de Imitación», consiste en mentir y en averiguar quién está mintiendo, para confrontar las identidades de hombres y mujeres. El test se hace en una sala de informática, con un software especial, diseñado por los investigadores, y los resultados son anónimos.

En cada prueba hay tres participantes con un rol diferente: un juez, que mediante preguntas debe averiguar quién de las otras dos personas le está mintiendo; un fingidor, que debe hacerse pasar por su compañero, es decir, si es hombre debe fingir ser una mujer, y al contrario; y un no fingidor, que debe responder a las preguntas con la mayor naturalidad.

Para descubrir quién miente, el juez hace preguntas y evalúa las contestaciones recibidas. Su finalidad es averiguar quién es quién.

«Aún sin unos resultados finales, después de una análisis superficial, las mujeres son más intuitivas a la hora de reconocer un engaño», ha explicado el investigador Adolfo Calatrava, que asegura que eso se debe a que las chicas son capaces de empatizar mejor con las experiencias de vida de los chicos, y «pueden llegar a compartir un mismo código lingüístico aunque traten temas que, a primera vista, sean menos frecuentes para ellas como los videojuegos, deportes o informática».

Según el estudio, los chicos han tenido más problemas al mentir acerca de temas tan femeninos como la menstruación o los cosméticos. «Cuando tienen que engañar sobre estos aspectos el uso de su vocabulario es mucho más restringido e impropio, con lo cual es más fácil que las chicas reconozcan que les están mintiendo», ha continuado Calatrava, midiendo los resultados de este experimento.

Este proyecto es de carácter internacional, participan también la Universidad de Cardiff, la de Palermo, la Escuela Universitaria de Ciencias Sociales y Humanidades de Varsovia, la Universidad Eötvös Lorànd de Budapest, o la Erasmus de Rotterdam, entre otras.

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