Finaliza la primera fase de la restauración de la fachada mudéjar del Alcázar
Hoy ha finalizado la primera fase de la restauración de la fachada del Palacio Mudéjar de Pedro I, que han consistido en la limpieza, consolidación y reintegración de la piedra, yesería y cerámica del tejaroz -elemento decorativo de la fachada que sustenta la cubierta- del siglo XIV.
El alcaide del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, explicó que la actuación ha tenido una duración de 14 meses y una inversión de 599.282 euros, todo ello para restaurar el «icono» del recinto palaciego, una portada que ocupa la zona central de su fachada norte y está construida principalmente en sillería.
En este sentido, Galindo informó de que se ha trabajado «con mucha rigurosidad», y así, previamente a esta intervención se realizó una campaña muy completa de análisis y estudios de la fachada por parte de un equipo interdisciplinar integrado por grupos de investigadores de la red temática de Patrimonio Histórico y Cultural del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada.
Este equipo técnico abordó su estudio histórico; la policromía del alero; los tipos de madera y su datación; los materiales pétreos; los materiales cerámicos y morteros y las alteraciones de origen biológico. En lo que respecta a la pintura del alero, se ha completado el estudio con nuevas muestras tomadas durante la restauración, con el fin de estudiar las alteraciones cromáticas que ha sufrido a lo largo de su historia.
La segunda fase, en un mes
Asimismo, Rodríguez Galindo explicó que, actualmente, se viene trabajando en el inicio de la segunda fase de la restauración, que con un plazo de ejecución de ocho meses -podría comenzar en un mes- y un presupuesto de 227.000 euros afectará al lateral derecho de la fachada, mientras que la tercera fase se centrará en el lateral izquierdo, todo ello con el objetivo de que en 2010 esté finalizada la restauración al completo.
Por su parte, el arquitecto responsable de la dirección de las obras, Antonio Almagro, indicó que la fachada «no tenía problemas de tipo estructural, sino de epidermis», las cuales afectaban de modo negativo a la conservación del monumento y que requerían un tratamiento adecuado. La fachada tenía problemas de epidermisLa restauración del alero se ha centrado fundamentalmente en su policromía, ya que las maderas se encontraban en general en buen estado, salvo en las caras externas de las ménsulas. Previo levantamiento del tejado que lo cubre, y comprobando que la estructura se encontraba en perfecto estado, y tras su limpieza y su tratamiento antixilófagos, se cubrió de nuevo después de ser adecuadamente documentada.
Según subrayó Almagro, el criterio aplicado en la restauración de la policromía ha sido básicamente «conservador», consistiendo en la fijación de la capa pictórica al soporte, la limpieza de la policromía y la reintegración de las lagunas que producían excesivo impacto.
Reintegraciones con mortero de cal
Los trabajas realizados han permitido lograr devolver al material una mayor firmeza, que aunque no alcance el de sus orígenes, si parece ser suficiente para detener el deterioro por disgregación.
Así, se ha realizado una limpieza de la piedra utilizando técnicas de láser y emplastes de celulosa con bicarbonato de amonio y otros disolventes, aplicados según su estado y solidez.
Las reintegraciones se han realizado con mortero de cal y han afectado casi exclusivamente a las formas geométricas de las sebkas o tramas rómbicas. En ningún momento se han reintegrado elementos que son fruto de una mayor creatividad, como los elementos heráldicos de leones, castillos y bandas o de decoración floral.
Los elementos cerámicos de la fachada, especialmente los vidriados, han sido objeto igualmente de una limpieza adecuada y de la fijación de aquellas piezas que se encontraban desprendidas.
Descargar