WWF denuncia el mal estado del estuario del Guadalquivir y rechaza su dragado
Representantes de WWF, que recientemente se han entrevistado con científicos de la Universidad de Granada que estudian la situación de este estuario, que comprende desde la presa de Alcalá del Río (Sevilla) a la desembocadura de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), han denunciado esta degradación del tramo final del río en el último boletín «Infodoñana», que edita esta asociación.
La alta concentración de sólidos en suspensión y la salinidad han aumentado en los últimos años en el estuario y ya en 2007 afectaron a las especies que se crían en el río y a piscifactorías y arrozales de su entorno.
«WWF ha denunciado en numerosas ocasiones que el estado de conservación del estuario del Río Guadalquivir es altamente preocupante», añade el informe de esta asociación, que sostiene que «los primeros resultados de los estudios sobre la dinámica y funcionamiento del Estuario del Guadalquivir corroboran que tiene actualmente graves problemas hidráulicos, morfológicos, tóxicos y biológicos».
El dragado del estuario es «una de las grandes amenazas» para el Guadalquivir y para Doñana, según WWF, pues «profundizaría en la degradación» de este hábitat, aumentaría el oleaje y la erosión de las márgenes del río e incrementaría la amenaza de introducción de especies exóticas o de contaminación por vertidos, al aumentar el calado y numero de barcos que lo navegarían.
Para WWF el dragado, además, «podría en peligro el cultivo del arroz o las pesquerías, ya que se aumentaría aún más la turbidez del río».
Esta asociación exige a la Junta de Andalucía un plan de recuperación del Bajo Guadalquivir que mejore la calidad del agua, defina los caudales ecológicos, mejore la depuración de aguas residuales y garantice el vertido cero de la mina de Las Cruces, como se aprobó en el Consejo de Participación de Doñana.
También aboga por deslindar el dominio público marítimo terrestre del río y restaurar su margen izquierdo y las llanuras mareales y desmantelar de la denominada Montaña del Río, que impide la entrada de agua del Guadalquivir en las marismas de Doñana.
Para esta asociación, los estudios sobre el efecto del cambio climático en el Guadalquivir prevén una subida significativa del nivel de las aguas que se debe de afrontar cuanto antes.
«WWF considera necesario que las actividades económicas se adapten al río y no al contrario, lo que está sucediendo en la actualidad y es una fuente importante de problemas para el Guadalquivir», concluye el informe.