– Senegalés y granadino
Súbdito senegalés que ronda la treintena y con domicilio en Granada portando una mochila cargada con un centenar de DVDs y CDs piratas. Éste es el perfil de uno de los denominados «manteros» que fue detenido el año pasado en 2007 en Hinojosa, Fernán Núñez, Doña Mencía o Palma del Río.
De hecho, aunque es de sobra conocido que detrás de estos jóvenes «manteros» se mueven las mafias, durante 2007 y, sobre todo, en la provincia, lo que se veían eran senegaleses. En cifras, de las 18 detenciones por delitos contra la propiedad industrial por vender CDs y DVDs piratas, 13 de ellos eran de súbditos del continente africano.
Y en cuanto a edades, la mayoría estaba entre los 23 y los 39 años, a excepción de un senegalés de 67 años que fue detenido en Palma del Río en agosto del pasado año. Pero, más curioso aún resulta que la mayoría de ellos tiene su residencia en Granada, y en situación regularizada.
Según las detenciones practicadas por la Guardia Civil, no sólo tienen residencia en la capital granadina sino en localidades como Churriana o Armilla. Desde ahí se mueven al resto de los municipios cordobeses siguiendo el calendario de fiestas patronales.
Universidad de Granada.
De hecho, según un estudio de realizado por Ester Massó, de la Universidad de Granada, la inmigración senegalesa en Granada constituye hoy un sector representativo de la inmigración en general en esta ciudad.
Este mismo estudio avala que el trabajo al que más habitualmente se dedican los y las inmigrantes senegaleses parece ser la venta, sobre todo de objetos de bazar en mercadillos, por la obtienen mayores ganancias.
Afirma, además, que muchos y muchas se niegan a trabajar en otros sectores donde ganan menos (por ejemplo, en las labores doméstico).
El trabajo de venta ambulante de discos compactos, según este estudio, «es el más peligroso e ingrato, entre otras cosas a causa de su ilegalidad, nos cuentan ellos mismos; lo hacen los que peor están. Lo afirman mostrando compasión ante tal situación y ante la desgracia de algunos amigos suyos a los que la policía requisa la mercancía, dejándolos sin ningún recurso».