Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han estudiado la historia natural y el estado de conservación en España de la única población conocida en Europa de Polygala balansae, un arbusto espinoso de hasta 1,5 metros de altura, que se creía exclusivo de Marruecos. El equipo de científicos reclama su protección y su inclusión en los catálogos de especies amenazadas.
En 2006 un equipo de la Universidad de Granada (UGR) inició un estudio detallado del arbusto Polygala balansae en la geografía española. Los científicos estudiaron su área de distribución, el número de individuos, y algunos datos de biología reproductiva. Ese mismo año el arbusto fue declarado nueva especie en Europa.
El estudio, que se publicó el mes pasado en la revista Annales Botanici Fennici, ha contabilizado 246 individuos reproductores. «Este dato, junto con su pequeña área de ocupación y las amenazas potenciales que sufre la especie, hacen que ésta se evalúe como en Peligro Crítico a nivel regional, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)», manifiesta Juan Lorite, autor principal e investigador en el departamento de Botánica de la UGR.
La única población extendida en España ocupa sólo 1.920 m2, cerca de Almuñécar (Granada), a una altitud de 120-160 metros. Ocupa «una pequeña mancha de matorral mediterráneo, en un entorno ocupado por cultivos subtropicales (aguacates y chirimoyas)», añade el investigador.
Entre sus amenazas el arbusto cuenta con la fragmentación de su hábitat, cambios en los usos del suelo y la invasión de asentamientos humanos, así como la expansión de cultivos subtropicales, urbanizaciones, incendios naturales o provocados por el hombre, junto con problemas biológicos derivados del bajo número de efectivos poblacionales.
Según Lorite: «Ni la especie ni el hábitat que ocupa están protegidos, por lo que es necesario incluir la especie en futuros catálogos de listas rojas de especies amenazadas. También convendría establecer medidas urgentes para proteger los lugares donde el arbusto puede crecer y no hay garantías de protección, como Murcia, Almería, Granada y Málaga».