– La gran amenaza a la pequeña fauna.
La carretera no sólo es peligrosa para los linces. Otras especies, quizás no tan llamativas, pero igual de importantes para la ecología y la diversidad, se están extinguiendo o están en peligro a causa del tráfico rodado. Ante este hecho constatado, la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada han abordado un estudio para identificar los «puntos negros» de atropellos de estos animales en las carreteras andaluzas y con el mapa en la mano poder trazar estrategias de conservación que permitan disminuir la perdida de ejemplares. Un dato a tener en cuenta: estro atropellos causan muchas veces accidentes de tráfico.
Según José Guirado, director general de Gestión del Medio Natural, más de 24 especies mueren en el asfalto de las carreteras andaluzas. Esta cifra resulta de unas 500 observaciones realizadas por la Universidad de Granada, dentro de un estudio del «Proyecto de Parajes importantes para la conservación de anfibios y reptiles en Andalucía».
Una vez identificados los puntos negros de la carreteras, respecto al atropello de ejemplares de estas especies, será localizado con GPS y así cada punto negro contará con el código de identificación de la carretera y de la administración titular. Además, como es lógico, las especies que se ven afectadas y datos concretos sobre atropellos (horas y épocas del año en que son más frecuentes. por ejemplo, el verano en el caso del camaleón).
En total hay más de 20 puntos negros, lo que no es un número muy elevado, según José Guirado, teniendo en cuenta los kilómetros de carreteras con que cuenta Andalucía. Estos puntos, tal y como han sido identificados, tienen una longitud aproximada de kilómetro y medio, y se reparten básicamente por cuatro provincias andaluzas. Huelva ocupa el primer puesto con seis localidades con puntos conflictivos . Le siguen Málaga y Córdoba, con cinco, Granada con cuatro y Jaén con uno. En el polo opuesto se sitúan Sevilla y Almería que no poseen ningún punto negro.
Dispositivos antiatropello
Una vez identificadas las zonas conflictivas la Junta ha puesto en marcha una serie de dispositivos para evitar los atropellos. Entre estos está la colocación de vallas en los márgenes de las carreteras, como en Doñana, y pasos de fauna que se instalan en los extremos de la carretera. De esta manera, al encontrarse un reptil con un obstáculo que no puede superar se consigue que cambié su dirección hacia uno de esos pasos. Un ejemplo lo tenemos en la autovía Jerez-Los Barrios donde se han construido falsos túneles con este objetivo.
Pero a pesar de que estas iniciativas pretenden la conservación de las especies, José Guirado asegura que hay otro objetivo tan principal o más que ese: «Garantizar la seguridad vial de las personas y que desaparezcan así los conflictos con la fauna».
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