ANDALUCÍA
EDICIÓN IMPRESA – Andalucía
Habermas aborda la búsqueda de la paz en el Congreso de Filosofía de Granada
Asisten 950 personas de distintos países, la cifra más alta de la historia en un evento cuyo título de esta edición es «Derecho y Justicia en una sociedad globalizada»
ABC/
Junger Habermas durante su intervención, ayer, en Granada. M. A. MOLINA
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GRANADA. En un mundo conectado de cabo a rabo, la ONU juega un papel fundamental. Y necesita una reforma en condiciones para abordar uno de los problemas principales al que se enfrenta el mundo: la búsqueda de la paz en su sentido más amplio. El filósofo alemán Jürgen Habermas, uno de los principales referentes políticos contemporáneos y Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en 2003, realizó ayer una encendida defensa de los valores humanos en la conferencia inaugural del XXII Congreso Mundial de Filosofía del Derecho y Filosofía Social que se celebra en Granada hasta el 29 de mayo. «Estamos a punto de reformar, esperemos, las Naciones Unidas», dijo.
La apertura de las jornadas tuvo lugar a primera hora de la mañana de ayer en medio de una notable expectación. Además de personalidades locales como el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado; el consejero andaluz de la Presidencia, Gaspar Zarrías; y el rector de la Universidad de Granada, David Aguilar, asistieron 950 personas de distintos países, la cifra más alta de la historia en un evento de estas características en el que el tema elegido para esta edición es «Derecho y Justicia en una sociedad globalizada». La presencia de Habermas es todo un espaldarazo para la organización.
El filósofo alemán partió de la pregunta «¿Es aún posible el proyecto kantiano de la constitucionalización del derecho internacional?» para desgranar algunos temas de actualidad. Hubo problemas técnicos en la traducción simultánea, pero el público cerró su discurso con un aplauso. Según Habermas, el orden y la búsqueda de la paz se esconden detrás de la globalización, lo que entiende como una respuesta al capitalismo. «La respuesta adecuada requeriría un análisis empírico completo de la transición actual, que va de la constelación actual a la posnacional».
Rechazo a la unilateralidad
En este contexto, la ONU es uno de los síntomas «más claros» de la disolución de los dos clásicos campos de juego: la política interior-exterior y los Estados-Nación del siglo XIX. Una vez culminada su reforma, incluyendo en su seno a las ONG, debería plantear varias cuestiones que después de la guerra de Irak están a la orden del día. «Ni siquiera una superpotencia podría ir a una guerra a resolver conflictos internacionalmente», apuntaló.
En este sentido, Habermas está convencido de que el terrorismo internacional no se puede combatir de forma efectiva con «los instrumentos clásicos de la guerra entre Estados, ni tampoco con la superioridad militar de una superpotencia que actúa unilateralmente». Y lanza su fórmula: «Sólo la coordinación efectiva de los servicios de inteligencia, las fuerzas policiales y la justicia penal, así como la supervisión de las operaciones financieras de los criminales, servirán para golpear la logística del adversario.