EDICIÓN IMPRESA – Libros
Expertos en Ortega atisban el humor y la ironía de Cervantes en la obra del filósofo
Especialistas de ocho países y más de quince universidades se dan cita desde ayer y hasta el viernes en torno a Ortega, en el cincuentenario de su muerte
RAÚL DOBLADO Antonio Garrigues Walker
ImprimirVotarEnviar
Visitas: 19Puntuación: 0
Envíos por email: 0
Impresiones: 2
Lo más destacado
Visitas: 19Puntuación: 0
Envíos por email:0
Impresiones: 2
Lo más destacado
ABC
MADRID. Ortega descubrió en Cervantes «la ironía que está llena de humanidad, una ironía que no es ácida ni destruye, porque comprende lo que ironiza a la vez que lo supera», manifestó el catedrático de la Universidad de Granada Pedro Cerezo, que pronunció la conferencia inaugural del Congreso sobre el pensador español, que llevaba por título «Cervantes y el Quijote en la aurora de la razón vital», informa Efe. Para Cerezo, aquella genial combinación de ironía y buen humor en Cervantes, «capaz de comprender sin juzgar» o «de juzgar sin condenar» atrapó a un filósofo que entraba en la escena hablando de afán de comprensión. «Ortega -añade Cerezo- nos enseña hoy que toda la cultura es una ironía que hacemos sobre la naturaleza, que no puede anquilosarse dogmáticamente, y que ha de ironizar sobre sí misma».
Fernando Savater, que participó en una mesa redonda sobre «Ortega y la Universidad», rescató en el pensador la idea de la filosofía como «jovialidad» que no había vuelto a ver desde Montaigne, «esa alegría que uno siente cuando el ser hace lo que es, aquello para lo que fue creado, como el pájaro al volar o el intelecto al pensar». Y la filosofía «es un entusiasmo por sacar afuera lo profundo, hasta la piel», precisó Savater, para quien el libro de Ortega «¿Qué es la filosofía?» ayuda a descubrir «esa alegría que se siente al filosofar: lo contrario de la incomprensión, de todo tipo de jergas, pesadez u oscuridad». En su opinión, Ortega daba la sensación de «ir regalando ideas, siempre brindaba atisbos de otras cosas para seguir pensando». A pesar de no considerarse orteguiano, aunque «sí lector asiduo», ve «con agrado» el interés intelectual que suscita hoy su figura en la universidad.
Especialistas de ocho países y más de quince universidades se dan cita desde ayer y hasta el viernes en torno a «Ortega, medio siglo después (1955-2005): La recepción de su obra», para debatir sus pensamientos. El congreso «no se centra en ninguna idea apriorística sobre Ortega y Gasset -puntualiza su director, José Lasaga-; se trata de saber cómo ha llegado Ortega hasta nosotros».
Descargar