El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que supo «que cabía la posibilidad de que algunas personas intentaran reventar el acto» al que ha asistido este jueves en la Universidad de Granada y que, finalmente, ha sido boicoteado, pero decidió asistir igualmente porque se había «comprometido a ello» y porque «el derecho a la libertad de expresión es irrenunciable».
Así se ha expresado Rubalcaba en una publicación en su página de Facebook, donde ha señalado que sus compañeros de la Facultad de Ciencias de Granada lo habían invitado a participar en el acto con el que se celebraba el centenario de los estudios de Química en esa Universidad. Una vez allí, el líder del PSOE ha tenido que suspender la conferencia «ante la presencia en la sala de algunas personas en actitud violenta», pertenecientes al movimiento 15M de Granada.
Rubalcaba decidió «que lo mejor era no tensar la situación», según ha señalado, y ha lamentado «profundamente» que así haya sido, porque le consta que «habían asistido muchos estudiantes y profesores».
Por otro lado, el presidente provincial del Partido Popular (PP) de Granada, Sebastián Pérez, ha rechazado «contundente y frontalmente» el «boicot sufrido».
En un comunicado, Sebastián Pérez ha considerado «absolutamente indignos del marco académico» los acontecimientos que han protagonizado estudiantes y miembros del 15M y del Grupo Stop Desahucios. «Por justas que puedan ser las reivindicaciones de quienes se han manifestado, el impedir que un representante elegido democráticamente participe en un acto, especialmente académico, es injustificable», ha argumentado Sebastián Pérez, quien ha añadido que «una democracia se hace más débil si no se respeta el derecho a expresar las propias opiniones de todo el mundo, y muy especialmente en la universidad que tiene que ser un foro para el debate».
Pérez ha insistido en que sucesos como el ocurrido este jueves «no es un problema de los políticos», sino de toda la sociedad, «que no debe aceptar que se impida el uso de la palabra a alguien por el mero hecho de que otros no están de acuerdo con él».