– Casi la mitad de los andaluces se declara católico, aunque no practicante.
Casi la mitad de los andaluces (el 49,4 por ciento se declara católico aunque no practicante -que «casi nunca asiste» a misa, cifra que supera ampliamente la media nacional, quese sitúa en el 37,2%.
Por el contrario, el 38 por ciento de los andaluces se declara católico practicante, dos puntos por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 40, 1 por ciento, según la última entrega del Banco de Datos Sociales del Centro de Estudios Andaluces, basado en 1. 800 entrevistas en 108 municipios de las ocho provincias de la comunidad realizadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre febrero y marzo.
Menos asistencia a misa
Según dicho estudio, al que ha tenido acceso Europa Press, el 14, 2 por ciento de los andaluces afirma «asistir semanalmente» a misa, frente a un 17, 6 por ciento a nivel nacional, mientras que un 23, 8 por ciento asegura que acude «con menos frecuencia», por encima del 22, 5 por ciento que se registra en el conjunto de España. Además , el 7, 6 por ciento de los andaluces que se declara agnóstico representa menos de la mitad de la media nacional, que alcanza el 15, 9 por ciento.
El resto de opciones con respuestas afirmativas, creyente de otra religión cristiana o musulmán, obtienen un 0, 8 por ciento, cifras también inferiores a las que se registran en el conjunto de España, donde alcanzan el 1, 9 y el 1, 1 por ciento, respectivamente.
Religión e inmigración
Por otra parte, un estudio titulado«Religión y orientaciones de valor en Europa en la Encuesta Social Europea», editado por el Centro de Estudios Andaluces (CEA) concluye que las personas más religiosas «son partidarias de establecer mayor control sobre la recepción de población inmigrante, la cual se percibe, en determinadas situaciones, como una amenaza para la uniformidad cultural y religiosa de las sociedades europeas».
La obra, elaborada por el profesor de Sociología de la Universidad de Granada Antonio Jaime Castillo, analiza cómo «la religión se erige en factor de cohesión y contribuye en los europeos que se confiesan religiosos a un mayor sentimiento de pertenencia al grupo y de acatamiento de los valores cívicos». En las conclusiones según E. P., el autor sostiene que «la religiosidad también está en relación con las actitudes de defensa del orden establecido y de conformidad a la norma social», lo que se traduce en que «los más religiosos tienen una imagen más positiva del sistema político y de sus instituciones», algo que atribuye a «una orientación conservadora genérica y defensora del orden establecido».
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