El año pasado nacieron cada día en Sevilla ocho bebés más que en 2004
Cristina Ortega. 20.06.2006
La provincia recupera la tasa de natalidad de hace 13 años. Las madres tienen ahora 1,5 hijos de media, igual que en 1993.Continúan artículo y comentarios
Las mamás sevillanas se animan cada vez más a tener descendencia. La natalidad en la capital hispalense da el mayor estirón de los últimos trece años. A lo largo del año pasado nacieron cada día ocho bebés más que en 2004. En total, vinieron al mundo 10.836 niños sevillanos en la capital, frente a los 7.813 bebés de hace dos años. Esto supone un crecimiento de casi el 40%, mientras que entre 1996 y 2004 el incremento tan sólo rozaba el 11%.
De hecho, la natalidad sevillana está por encima de la media andaluza y de la nacional. La provincia ha alcanzado una tasa de fecundidad que no existía desde hace trece años.
Actualmente, las madres sevillanas tienen 1,5 hijos de media, cifra que no se alcanzaba desde el año 1993. En Andalucía, la media es de 1,47 hijos por madre y en España, de 1,3.
Datos demográficos
Provincia: Nacieron casi 22.300 niños. El crecimiento es similar a otros años: un 4,5% respecto a 2004.
Crecimiento vegetativo: Es positivo. En la provincia nacieron 7.208 personas más de las que fallecieron (15.062).
Matrimonios: Las sevillanas y los sevillanos se casan tres años más viejos. La edad media de nupcialidad en la mujer es de 29,4 años, frente a los 26,5 de 1993. Y la del hombre, casi 32 años, frente a los 29 de 1993.
Una explicación sociológica
Remedios Castillo, socióloga y profesora de Estadística de la Universidad de Granada, explica que la natalidad ha crecido por tres razones principales:
Inmigración: La llegada de inmigrantes favorece el alza de la natalidad. Ellos son los que tienen más hijos.
Economía saludable: La población percibe una bonanza económica, con menos paro, y decide tener más hijos.
Imitación: Es la teoría del comportamiento de las élites y los actores. Imitamos la conducta de personajes famosos, como Ana Rosa Quintana, madre a una edad tardía.