Con edición de Cristóbal González Román y Andrés Pociña Pérez, el volumen recoge un conjunto de trabajos elaborados por profesores de diversas universidades españolas, participantes en el seminario que se celebró en la UGR con motivo del segundo milenio de la muerte de Augusto
«Augusto, dos mil años después. Contribuciones para su estudio” es el título del libro publicado por la Editorial Universidad de Granada (EUG), con edición de los profesores Cristóbal González Román (Departamento de Historia Antigua de la UGR) y Andrés Pociña Pérez (emérito del Departamento de Filología Latina), en el que se recoge un conjunto de trabajos elaborados por profesores y especialistas de diversas universidades españolas, participantes en el seminario celebrado en la UGR en 2014, con motivo de la conmemoración del bimilenario de la muerte de Augusto, acaecida el 19 de Agosto del 14 en la ciudad italiana de Nola.
En este volumen se da cuenta de la trascendencia de este periodo histórico en campos tan diversos como el derecho, la epigrafía, la historia, la literatura y la numismática, y sepublican la mayoría de las conferencias impartidas en el seminario homónimo “Augusto, dos mil años después”.
“No ha sido la primera vez –dicen los editores de este libro– que el principado de Augusto y su tiempo suscitan actos académicos similares. De hecho, el segundo milenio de su nacimiento fue celebrado en 1938 con diversas actividades, que tuvieron una especial relevancia en Roma por el contexto en el que se desarrollaron. La conmemoración de su muerte en 2014 generó asimismo un conjunto de exposiciones, seminarios y congresos de primer orden. Entre los mismos destacan los celebrados en Italia y especialmente en Roma por iniciativa de las instituciones y de las correspondientes academias e institutos internacionales”.
La trascendencia de Augusto
Así, por parte de las universidades y los museos españoles se han venido celebrando congresos, seminarios y exposiciones arqueológicas en los que se ha subrayado la trascendencia específica que el principado de Augusto tuvo para Hispania y para el patrimonio específico de las ciudades en las que se desarrollaron. Entre las mismas se encuentran las exposiciones celebradas en Mérida, Tarragona o Zaragoza.
“Nuestro objetivo fundamental –dicen los responsables– difirió sustancialmente de la exaltación inherente a este tipo de conmemoraciones, que impregnó algunas celebraciones previas como la del bimilenario de su nacimiento. En realidad, la conmemoración del principado de Augusto constituye un pretexto excelente para profundizar en el conocimiento de un periodo de referencia para la humanidad”.
