Un año más se ha celebrado el Festival del Medio Otoño, con un Recital de Poesía China, organizado por el Instituto Confucio de la Universidad de Granada en colaboración con el Seminario de Estudios Asiáticos (URG) en los jardines de la Fundación Rodríguez-Acosta.
Este año, todos los poemas seleccionados por la profesora Alicia Relinque Eleta, han sido escritos por mujeres tanto en la China antigua como en la más contemporánea.
La Fiesta del Medio Otoño reúne tradicionalmente a las familias chinas para contemplar la luna llena y comer unos famosos dulces redondos rellenos. Las fiestas de la cultura china se ajustan al calendario lunar, y no suelen caer los mismos días año tras año. En este caso la fiesta de Medio Otoño se celebra el décimo quinto día del octavo mes del calendario lunar y como su nombre indica es a mitad de otoño.
La tradición china cuenta que en la luna vive una dama, la esposa de Hou yi, héroe mitológico que derribó con sus flechas 9 de los 10 soles que asolaban la tierra y dañaban los cultivos. La reina de la corte celestial, como recompensa, le dio un elixir para hacerlo inmortal pero su esposa Chang’e lo probó a espaldas de su marido y, como consecuencia, despegó de la tierra volando hasta la luna y allí se quedó para siempre. Según cuenta la leyenda, la dama pasó a ser dueña del Alcázar de la luna. Allí vivía un conejo de color de jade que la acompañaba y preparaba medicamentos todos los días. En el Alcázar también se encontraba un árbol de 1500 metros de alto y debajo de ese árbol, Wu Gang, otro personaje mitológico, no cesaba de talar el tronco del árbol que jamás se podía cortar, tarea interminable e imposible impuesta como castigo por los pecados cometidos.
Por la noche de la Fiesta de Medio Otoño, la Luna siempre es la más grande y llena de todo el año, de ahí que se origina la idea de que represente la unión familiar. Hoy en día, la tradición es sentarse a contemplar la luna con toda la familia y festejar la ocasión con frutas, pasteles de luna y un buen vino.