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«En la Universidad de Granada activos contra el cáncer», mensaje saludable por un objetivo común del mes de febrero

El Dr. Manuel Arroyo Morales, catedrático del Departamento de Fisioterapia de la UGR y coordinador del grupo de investigación CUIDATE, explica la importancia de la actividad física regular y el mantenimiento de una dieta y balance energéticos adecuados en la prevención del cáncer

La Universidad de Granada, como parte de la Red Española de Universidades Saludables (REUS) se suma a la iniciativa «Un mensaje saludable por un objetivo común», este mes de febrero el tema escogido es «Prevención del cáncer».

El Dr. Manuel Arroyo Morales, catedrático del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Granada y coordinador del grupo de investigación CUIDATE, nos explica la importancia de la actividad física regular y el mantenimiento de una dieta y balance energéticos adecuados en la prevención del cáncer y el control de las secuelas y efectos secundarios en personas que superan la enfermedad. 

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), órgano intergubernamental que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala de que, según los informes de previsión, sólo en 2018 alrededor de 18,1 millones de personas sufrieron por primera vez un caso de cáncer y 9,6 millones fallecieron por esta causa. El cáncer no tiene fronteras y destaca la gran diversidad geográfica en su aparición y variedad, por lo que la implantación de políticas de prevención y detección temprana se convierten en medidas prioritarias para complementar los tratamientos con el fin de controlar esta enfermedad devastadora en todo el mundo.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, al incorporar hábitos saludables en nuestra vida diaria se puede disminuir la incidencia de cáncer en alrededor de un 50%. La tasa de mortalidad ligada a esta enfermedad se reduce muy significativamente si se detecta en sus etapas más tempranas, pudiendo aplicarse tratamientos específicos más sencillos y eficaces. Actualmente al menos 43,8 millones de personas están vivas a los cinco años del diagnóstico de la enfermedad.

La universidad puede contribuir significativamente en esta tarea, no sólo con la formación de calidad y albergando investigación vanguardista en la prevención y tratamiento del cáncer, sino también mediante la implantación de políticas de detección precoz de algunos tipos de cáncer entre sus trabajadores (cáncer colorrectal y cáncer de próstata), como también la sensibilización y promoción de medidas que nos protegen contra el cáncer o que, en un momento determinado, son co-activos para revertir la enfermedad: programas de promoción de hábitos saludables (alimentación, ejercicio físico y bienestar emocional) y creación de entornos saludables.

Desde el Secretariado de Campus Saludable, Vicerrectorado de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad, insistimos en que comas sano, pasea, busca momentos de relajación, infórmate sobre hábitos saludables y las actividades que te ofrecemos desde la Universidad, pide fruta, sube por las escaleras, disfruta con tus compañeros y compañeras y relaciónate. El principal activo en salud es uno mismo.

En la Universidad de Granada, actívate contra el cáncer

El cáncer es sin duda una de las grandes enfermedades del siglo XXI, el envejecimiento poblacional, las consecuencias sobre la salud de la toxicidad ambiental y los hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo y la sobrealimentación en el mundo desarrollado son los sólidos pilares sobre la que esta temida enfermedad no deja de crecer en los últimos años. El grupo de investigación CUIDATE coordinado por el catedrático de la Universidad de Granada, el profesor Manuel Arroyo Morales, fisioterapeuta, médico deportivo, es promotor de los primeros estudios sobre la aplicación de la fisioterapia y el ejercicio terapéutico en pacientes oncológicos. Iniciada hace más de una década, y pionera en España en su momento, esta línea de investigación intenta mimetizar el papel del fisioterapeuta respecto a un deportista de élite con el del paciente que, durante y tras el cáncer, tiene que prepararse y luchar para vencer la enfermedad y las secuelas que a veces esta produce y limita su vida futura.

Es paradójico, sin embargo, que los avances científicos nos encaminan a un número cada vez mayor de pacientes que consiguen cronificar el cáncer. Esta cronificación de algunos casos de cáncer más prevalentes en la población (cáncer de mama, colon o próstata) tiene un precio: la aparición de secuelas y efectos secundarios de los tratamientos anti-cáncer. Muchos de estos están presentes durante el primer año tras el tratamiento y otros comienzan a incidir conforme avanza la llamada “fase de supervivencia”, es decir, el tiempo que transcurre una vez finalizado el tratamiento oncológico. En la próxima década se prevé que se incremente hasta casi 20 millones el número de personas con una experiencia previa de cáncer. Este creciente y cada vez más numeroso grupo de personas que padecieron cáncer alguna vez en su vida muestran una clara tendencia a padecer:

  • más eventos cardiovasculares que la población general (como infartos o ictus), fruto de la toxicidad de la quimioterapia sobre la función cardiaca.
  • una mayor probabilidad de que algunos jóvenes adultos que padecieron cáncer a edades tempranas presenten un estado físico de fragilidad, más parecido al de un anciano, debido a la influencia del tratamiento con radioterapia a nivel craneal en procesos oncológicos que afectan al sistema nervioso central.
  • en el caso de las mujeres, dolores articulares intensos por el uso de hormonoterapia para evitar la reaparición del cáncer de mama…

El grupo CUIDATE, junto a otros grupos a nivel internacional con los que colabora, constatan las consecuencia sobre la salud de los tratamiento oncológicos que, aún siendo imprescindibles para poder superar la enfermedad, producen un menoscabo de la salud de las personas que padecieron cáncer. Estas investigaciones ponen de manifiesto la necesidad de un abordaje multidisciplinar donde la fisioterapia, a través del ejercicio terapéutico, la terapia manual, la educación sanitaria y, en los próximos años, la aplicación de medios físicos es una aliada incuestionable.

El incremento de la actividad física de los pacientes durante y tras el cáncer, junto con el mantenimiento de un adecuado equilibrio energético (lo que ingerimos a través de la dieta y lo que gastamos en nuestro quehacer diario) son factores imprescindibles para revertir un estilo de vida que nos condena a esta enfermedad (acumular grasa en el organismo y ser sedentarios) o nos protege de ella en muchos de los cánceres más prevalentes: el cáncer de mama, colon o próstata. Incrementando nuestro gasto energético (si es posible hasta los 9 MET-hora/semana) y ajustando nuestro peso (para que la grasa no ocupe más del 15 % de nuestro organismo) podremos situarnos en un estilo de vida que puede ayudar a protegernos de los tipos más frecuentes de esta enfermedad. En este contexto, el grupo CUIDATE, dentro de su labor de desarrollo de conocimiento y su transferencia a la sociedad, ha puesto recientemente a disposición de los pacientes la web-app BENECA (Balance Energético en Cáncer). Tras rigurosos estudios de validación, esta web intenta usar la tecnología para hacer llegar esta información a los pacientes que la necesitan y ayudarlos a que cambien su forma de enfrentarse al cáncer. Esta aplicación puede descargarse de forma gratuita en: https://www.beneca.es/usuarios/registro/

Contacto:

Manuel Arroyo Morales

Departamento de Fisioterapia

Universidad de Granada

Correo elec: marroyo@ugr.es