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La UGR y la Junta de Andalucía firman un protocolo para la construcción sostenible de vivienda pública gracias al uso de madera de chopo y pino

La rectora de la UGR, Pilar Aranda, y la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Marifrán Carazo, firman un protocolo de colaboración para impulsar el uso de materias primas sostenibles

Las empresas líderes en construcción industrializada participan en una jornada en la Escuela de Ingeniería de la Edificación de la Universidad de Granada

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación de la Universidad de Granada ha acogido este viernes, 13 de enero, la jornada ‘Construcción industrializada con madera’, organizada por el proyecto europeo LIFE Madera para el Futuro, coordinado desde la UGR, en la que han participado algunas de las empresas líderes del sector en España. La jornada se ha inaugurado con la firma de un protocolo de colaboración entre la Universidad de Granada y la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía por el que la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) promoverá el uso de elementos estructurales de madera de kilómetro cero diseñados y elaborados en el marco del proyecto LIFE.

La rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, ha destacado que el proyecto de revalorización del chopo para su uso en la construcción “conecta perfectamente la idea de generar conocimiento con una transferencia de resultados al medio, buscando un aprovechamiento de un patrimonio cultural y agrícola de nuestra provincia”.
Marifrán Carazo, consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía, ha subrayado que la firma de este acuerdo de colaboración “es muy importante para esa Granada que quiere crecer en base a los principios de sostenibilidad” y para desarrollar la ‘revolución verde’ que persigue el Gobierno andaluz. En ese sentido, ha recordado que buscar nuevos materiales para el sector de la construcción es clave para reducir la huella de carbono y ha recordado que la comunidad andaluza es la única que ha conseguido fondos europeos –cien millones de euros para la A-92- para rehabilitar carreteras, gracias al desarrollo, por parte de investigadores de la UGR, del asfalto de bajo impacto ambiental Masai.

foto de los asistentes al acto de firma del protocolo

Asimismo, el director de AVRA, Juan Carlos del Pino, ha afirmado que incorporar la madera a la construcción de vivienda pública es necesario “por responsabilidad social: hay que introducir materiales que reduzcan el impacto medioambiental”, pero también para adaptarse a las normativas europeas que exigen una fuerte reducción de la huella de carbono en el sector. “Desde AVRA vamos a tener la máxima implicación y nuestros equipos van a estar a disposición de la UGR para trabajar con estos sistemas en el parque público de vivienda de Andalucía”, ha asegurado.

En la misma línea, la secretaria general de Vivienda de la Junta de Andalucía, Alicia Martínez, ha indicado que el proyecto LIFE Madera para el Futuro encaja muy bien con diversos programas de la administración autonómica que valoran la innovación tecnológica y la sostenibilidad, en el marco de los cuales se van a promover 6.000 viviendas en los próximos años. “Hay que pensar en construcción en madera pero a precio asequible y de calidad para poner en el mercado viviendas para ciudadanos con rentas limitadas”.

El presidente de la Asociación Forestal de Andalucía (AFA-Profor), Gabriel Gutiérrez, ha recordado la necesidad de que “la industria mire hacia el monte, puesto que somos el origen de la materia prima con que se van a ejecutar estos proyectos. Madera para el futuro implica bosques en el presente, pero bosques gestionados y ordenados. Eso requiere cuadros técnicos y una cultura forestal de la que debemos empaparnos todos”.

Por su parte, Antolino Gallego, coordinador del proyecto LIFE Wood for Future (Madera para el Futuro), que promueve con fondos europeos la recuperación del cultivo del chopo en Granada para impulsar una industria de productos estructurales de baja huella de carbono, ha asegurado que “Granada y Andalucía se están empezando a poner en el mapa como referente de una nueva construcción comprometida con su territorio, usando madera andaluza, lo cual es una gran oportunidad para nuestras comarcas despobladas a través de una nueva industria que nos haga sentirnos orgullosos”.

El catedrático de Física Aplicada de la UGR ha recordado la importancia de establecer esa industria con arraigo al territorio, “la mejor garantía para su consolidación de futuro, como ya se hace en otros territorios españoles, como Galicia y el País Vasco. Y para ello la Universidad de Granada y todas las administraciones públicas deben estar comprometidas y ser generosas en sus acciones y presupuestos”.

La madera resiste

Entre los ponentes de la jornada se encontraban representantes de empresas españolas punteras en construcción industrializada en madera, es decir, basada en la fabricación en cadena de módulos o elementos en un espacio industrial para su posterior montaje en el lugar de la obra. Este tipo de construcción se está abriendo paso en todo el mundo gracias a sus ventajas medioambientales –al sustituir materiales con una gran huella de carbono por otros, como la madera, que captan carbono y contribuyen a frenar el cambio climático-, además de económicas (se reducen gastos y tiempo al fabricar piezas idénticas para diferentes estructuras), técnicas (el control de calidad es muy elevado, ya que los elementos constructivos son elaborados por máquinas digitalizadas)– y laborales, dado que el empleo industrial es más estable, confortable e inclusivo.

Sandra Llorente, de Lignum Tech, la división de construcción en madera de la promotora inmobiliaria madrileña Vía Ágora, ha hecho hincapié en combatir los mitos contra la construcción en madera: este material natural ha demostrado sobradamente su gran resistencia a los seísmos y al fuego. En cuanto a sus limitaciones mecánicas, ha recordado que en el mercado existen desde hace varios años productos que permiten construir todo tipo de edificios. “La madera bien utilizada tiene unos resultados excepcionales como material de construcción”, ha dicho Llorente, que ha puesto como ejemplo un edificio con estructura de madera de 60 viviendas y nueve plantas en Valdebebas (Madrid).

Daniel Hermosilla, del Grupo Rodiñas (Galicia), ha insistido en que hay que olvidarse de la “prefabricación soviética”, por la que se reconstruían ciudades enteras con cientos de casas idénticas, porque actualmente este sistema permite levantar “edificios singulares y únicos”. Además, ha insistido en la importancia de desarrollar productos mixtos de madera y hormigón que aprovechen las mejores características de ambos materiales. Por último, mostrando un artesonado de la Alhambra, ha asegurado que “Granada no tiene que pedir permiso para construir con madera. Si supisteis hacer esto, no tenéis que tener miedo a abordar ningún tipo de proyecto”.

Juan F. Gil, responsable de la delegación andaluza de la firma vasca Egoín Wood Group, ha expuesto las ventajas de la construcción industrializada con tableros contralaminados y ha puesto numerosos ejemplos de la construcción de edificios tanto públicos como privados, con tiempos de montaje en el lugar de obra de entre seis y veinte días. En concreto, Egoin, además de erigir viviendas, se ha especializado en la edificación de escuelas y guarderías en Inglaterra y en Cataluña y, en ese sentido, ha hecho un llamamiento a la Junta de Andalucía para que asuma el reto.

La jornada se ha cerrado con una mesa redonda en la que han participado, junto a Gallego, Gil, Hermosilla y Del Pino, el presidente de Vía Ágora, Juan Antonio Gómez-Pintado, y Francisco Espejo, presidente de Onesta, grupos que tienen como objetivo integrar toda la cadena de valor de la madera desde su obtención hasta su aplicación en proyectos industriales, constructivos y decorativos.