Ex presidente del Congreso de los Diputados, ex vicepresidente de la Comisión Europea, padre del Programa Erasmus, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada
“Un referente de la vocación europea de España” (Jean-Claude Juncker)
Hace pocos días falleció Manuel Marín González, destacada figura del proceso de ingreso de España en la entonces Comunidad Económica Europea y ex presidente del Congreso de los Diputados. Su pérdida ha concitado una unanimidad poco frecuente en el reconocimiento y elogio a su figura, a su tesón en la defensa de los valores de la democracia y del respeto alas instituciones, a su capacidad de diálogo y entendimiento.
La noticia la recibimos con especial tristeza en la Universidad de Granada, donde Manuel Marín fue investido Doctor Honoris Causa en 2012, en reconocimiento de su papel en el diseño y aprobación del Programa Erasmus que ese año celebraba su 25º aniversario. A mí me correspondió el privilegio de ser su madrina en el acto de investidura, a propuesta del entonces Rector Francisco González Lodeiro.El honor fue grande, por la talla de la figura política que ingresaba en el Claustro de nuestra Universidad y por su gran calidad humana. Y de especial significado personal por mi profundo europeísmo y por mi firme compromiso con la internacionalización de la universidad.
Manuel Marín fue uno de los principales impulsores y defensores del Programa Erasmus, hoy considerado uno de los mayores éxitos de la Unión Europea, en sus difíciles inicios. Europeísta “convicto y confeso” en sus propias palabras, supo vislumbrar en la iniciativa lo que pocos vieron: una oportunidad importante para crear Europa, esa Europa de los Ciudadanos en la que él tanto creía. Entendió, con la gran visión que marcó toda su trayectoria política en los múltiples ámbitos en los que desplegó su labor, que se trataba de un proyecto con tremendo potencial transformador: potencial para transformar a los jóvenes universitarios europeos, potencial para imbuirlos de una “visión más generosa del mundo”, potencial para transformar nuestras universidades. En resumen, para enriquecer mentes y cambiar vidas, como reza el lema actual del Programa.
En el acto de investidura, en el crucero abarrotado del Hospital Real, asistentes y representantes de un gran número de universidades españolas tuvimos el privilegio de oír cómo contaba -combinando su fino humor y su gran franqueza con una enorme profundidad de análisis- los entresijos de aquella negociación difícil para sacar adelante un pequeño programa (3.244 estudiantes en su primer año), de futuro incierto. Su papel fue tan fundamental en ese “ejemplo de la buena Europa” que muchos se refieren a él como el padre de Erasmus.
Manuel Marín fue él mismo un “erasmus” avant la lettre, al estudiar en España, en Francia y en Bélgica, para luego dedicar su vida profesional “casi en exclusiva” a la integración europea. Una Europa de los Cuidadanos, integrada pero abierta. Desde su retirada de la política activa en 2008, con frecuencia expresaba públicamente su preocupación porlas graves amenazas a las que se enfrenta hoy la Unión Europea:el “intergubernamentalismo”, la pérdida del sentido de comunidad, o el Brexit.
Hoy me corresponde el triste deber de escribir estas palabras para sumarnos como Universidad a las expresiones de pésame y condolencia a su familia y amigos. Y de lamentar la pérdida de un destacado miembro de nuestro Claustro. Descanse en paz.
Dorothy Kelly
Vicerrectora de Internacionalización
Doctores Honoris Causa investidos por la Universidad de Granada: https://goo.gl/RKe2Nj
Curriculum Vitae de Manuel Marín González: CV Manuel Marín