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Gimnasia rítmica para chicos y chicas en el colegio y el instituto

The Conversation | Autora de la Universidad de Granada: María Isabel Cifo Izquierdo. Profesora interina. Dpto. Didáctica Expresión Musical, Plástica y Corporal. Área de Didáctica de la Expresión Corporal, Universidad de Granada.

Autores de otras instituciones: Antonio Luis Quiñonero Martínez – Profesor de Didáctica de la Expresión Corporal, Universidad de Murcia // María José Inglés Martos. Maestra de Educación Física, Universidad de Murcia.


¿Se ha preguntado alguna vez por qué no compiten hombres en gimnasia rítmica? La disciplina debutó como deporte olímpico en los Juegos de Los Ángeles de 1984. 44 años después, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, todavía será únicamente un deporte femenino.

Sin embargo, ya desde principios del siglo XX, en Japón, se creó una modalidad de la gimnasia rítmica masculina. Su objetivo era consolidar la presencia de este deporte en las olimpiadas, ya que, según la Carta Olímpica, para que una disciplina sea considerada olímpica debe garantizar la globalidad de su práctica.

Por su parte, España también ha sido uno de los países pioneros en impulsar la modalidad masculina a través de la Real Federación Española de Gimnasia. A diferencia de la propuesta por el país nipón, con un carácter más marcial, la versión española propone un desarrollo de la competición en igualdad de condiciones a la modalidad femenina. Un hecho que ha generado cierta controversia, pero que fundamenta los nuevos desafíos de la gimnasia rítmica.

La percepción como deporte femenino

El hecho de que los hombres no compitan en esta disciplina en las olimpiadas no ayuda a que los jóvenes la perciban como un deporte apto para ambos sexos. Y, sin embargo, la gimnasia rítmica puede ser una manera eficaz de acondicionar físicamente a niños y adolescentes muy recomendable en el ámbito escolar.

El desarrollo de la coordinación entre el cuerpo y los objetos, el trabajo de habilidades motrices básicas y genéricas, como el salto, el giro o el lanzamiento, así como la ejecución de movimentos rítmicos son algunos ejemplos de lo que la gimnasia rítmica puede aportar a la Educación Física. Eso sí, debe estar adaptada a las posibilidades y limitaciones de los participantes y trabajarse a través del juego.

Gimnasia rítmica en el colegio o instituto

La mejor manera de introducir la gimnasia rítmica en las clases de educación física es con “retos gimnásticos rítmicos” de cáracter lúdico. Estos permitirán al alumnado conocer los elementos de apoyo y movimientos con el aparato y, a su vez, trabajar las habilidades motrices genéricas de dominio del propio cuerpo y del móvil.

Un ejemplo de propuesta práctica basada en este tipo de retos con un enfoque lúdico es “La oca de las habilidades gimnásticas”. Esta propuesta se basa en el juego de mesa de “La oca” en el que los jugadores avanzan por el tablero lanzando un dado y superando distintas pruebas de tipo motor.

Por ejemplo, lanzar la pelota, girar sobre su propio eje y recibir la pelota sin que caiga al suelo o realizar una rueda lateral sin salirse de una línea pintada en el suelo. De este modo, si se supera la prueba, el jugador puede lanzar de nuevo el dado para seguir jugando.

Cómo lograr que participen todos

Es conveniente utilizar el aprendizaje cooperativocon grupos mixtos y heterogéneos, algo que contribuye a la participación de todos aunque existan diferencias en el nivel de competencia motriz o no haya una predisposición positiva hacia el aprendizaje.

También es positivo incluir reflexiones finales, puesto que las rutinas de pensamiento y reflexión ayudan al alumnado a interiorizar los patrones de comportamiento. Por ejemplo, resulta fundamental celebrar una asamblea inicial en la que se planteen preguntas referidas a la correcta ejecución de un movimiento: “¿Cómo creéis que es más eficaz ejecutar un lanzamiento?” o “¿Dónde debe dirigirse la mirada cuando un objeto está en el aire?” De este modo, durante la sesión, el aprendiz puede ejecutar sus movimientos tratando de responder a esa pregunta inicial, sobre la que se debatirá en una reunión final donde se compartan las reflexiones de los participantes.

En cuarto y último lugar, se sugiere que el alumnado sea protagonista, experimentando cada propuesta gimnástica a partir del conocimiento y desarrollo previo y de objetivos motores alcanzables. Dicho de otro modo, se pretende que cada niño o niña establezca sus límites y sus desafíos. Cada gimnasta debe construirse a sí mismo entendiendo qué es y qué no es capaz de hacer.

Educación física y estereotipos de género

Las sesiones de gimnasia rítmica en Educación Física pueden ser un buen escenario para luchar contra los estereotipos de género, a partir de una propuesta coeducativa que fomente la igualdad y el respeto. Para ello, podemos aprovechar ese momento de reflexión tras la sesión para que el alumnado tome conciencia de sus actitudes, creencias y relaciones grupales.

No basta con establecer grupos mixtos, sino que se deberán promover actitudes de respeto e igualdad y una visión del deporte no estereotipada. Es muy recomendable acudir a espectáculos de gimnasia rítmica masculina y femenina y participar en competiciones deportivas mixtas o conocer a los referentes del ámbito nacional e internacional.

La contribución al desarrollo motor, afectivo, cognitivo y social de chicos y chicas se puede alcanzar con motivación y una actitud positiva en un clima de respeto, tolerancia e igualdad.