Lugar: Casa-Museo Federico García Lorca (Huerta de San Vicente)
Fechas:
14, 21 y 28 de julio
4, 11, 18 y 25 de agosto
PROGRAMA
14 de julio
Delitos y faltas
Woody Allen, 1989
21 de julio
Tiempos modernos
Charles Chaplin, 1936
28 de julio
Inside Out
Pete Docter, Ronaldo Del Carmen, 2015
(Dibujos animados) – 28 de julio
Los argumentos de la productora se han ido acercando cada vez más a la experiencia de lo humano para terminar narrando, en Del revés, los procesos mentales de una joven adolescente a través de cinco personajes/emociones que habitan su cerebro y controlan sus actos.
Del revés es una película importante porque, en esta época hipertecnificada en la que no dejamos de exhibir lo inmensamente felices que somos y la intensidad con la que vivimos, reivindica la importancia de la tristeza como otra importante constructora de nuestra identidad. Pixar construye esta tierna y deslumbrante historia haciendo uso de la depurada fórmula narrativa que ha ido elaborando con el paso del tiempo: emotividad profunda surcada por una trama frenética que empuja a la película a vivir en un solo respiro.
La habilidad de la compañía para pulsar siempre las teclas adecuadas en términos emocionales parece estar a años luz de sus competidores, dada su capacidad para penetrar en el imaginario popular y convertir sus títulos en clásicos modernos.
“Inside out” cuenta cómo las emociones en la cabecita de la niña de 11 años Riley Anderson (Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco) afrontan el cambio de domicilio lejos de su casa y con ese cambio el tránsito a la adolescencia. Iniciado el conflicto, la película posee un guión absolutamente prodigioso, magistral, que sortea las dificultades de la premisa y apura todas las posibilidades, manejando los gags y la melancolía con una soltura y una agilidad mental sobrehumanas.
4 de agosto
El mago de Oz
Victor Fleming, 1939
En 1939, mientras el mundo se sumía en el caos de la guerra, la Metro-Goldwyn- Mayer lanzó a las pantallas una película que celebraba la bondad, la caridad, la amistad, la valentía, la fortaleza, el amor y la generosidad.
Uno de los grandes musicales de la historia del cine. Vívida adaptación del libro de L. Frank Baum, con una maravillosa Judy Garland en el papel protagonista (consiguió el estrellato con un film que había descartado previamente Shirley Temple) y una
cuidada producción de Mervyn LeRoy.
Las excelentes caracterizaciones de los personajes, el buen pulso mostrado por el director Victor Fleming (algunas escenas fueron rodadas por George Cukor, Richard Thorpe y, sobre todo King Vidor, que dirigió la mayoría de las secuencias en blanco y negro), el entrañable e inocente sentido de la fantasía infantil en un tono ensoñador, el inteligente empleo fotográfico en blanco y negro y color como contraste del mundo real y la imaginación fantástica, o la excelente utilización de los efectos especiales (el rapto de Dorothy por los monos alados está filmada de forma magnífica) son algunos de los puntos más destacados de un film inmortal.
Punto y aparte merecen las canciones, tan populares como “Over The Rainbow” (ganadora del Oscar), “Follow The Yellow Brick Road”, “We Welcome You To Munchkinland” o “We’re Off To See The Wizard”.
11 de agosto
La historia del camello que llora
Byambasuren Davaa, Luigi Falorni, 2003
Una familia de pastores nómadas del sur de Mongolia intenta que un camello albino recién nacido sobreviva tras ser rechazado por su madre. Los pastores deciden ir en busca de un músico con el fin de que realice un antiguo ritual que consiga, con el sonido de un violín, volver unir a la madre con su hijo.
“La historia del camello que llora” se presenta como un intento de que veamos algo que en nuestra vida cotidiana seríamos incapaces de ver. Un deseo de grabar una realidad que no está dada de antemano, ni un intento por rehacerla, si no de capturar un aspecto de ella, a través de imágenes sensibles y una cámara amable y por crear, a partir de las imágenes y la naturaleza, una obra que emociona
18 de agosto
Una mujer para dos
Ernst Lubitsch, 1933
Entre lo mejor de Lubitsch —que es como decir entre las mejores comedias de todos los tiempos— el film que nos ocupa, ‘Una mujer para dos’. El proyecto nació como una adaptación de una exitosa pieza teatral escrita por Noël Coward, que el genio de origen alemán y el guionista Ben Hecht rehicieron hasta que apenas quedaron unas líneas del texto original.
El film tuvo que esquivar la censura para llegar a los cines, algo a lo que Lubitsch tuvo que acostumbrarse. La famosa magia del indescifrable “toque Lubitsch” y un reparto formidable —la química entre los protagonistas es media película— convierten ‘Una mujer para dos’ en una inolvidable, irreverente y deliciosa comedia romántica que conserva su frescura de manera extraordinaria, como si se hubiera estrenado ayer.
Esta pequeña joya tiene los tres puntos fuertes que cualquier gran comedia necesita: una dirección precisa como el bisturí de un cirujano, un guión perfectamente engrasado del que se podría citar cualquier diálogo y un grupo de actores que cubren de compentente a maravillosamente sus papeles. La dirección de Lubitsch es… la dirección de Lubitsch. No hay mucho más que decir. Elegante a rabiar, con muchas indirectas fuera de plano y muchas escenas geniales para las que no hacen falta palabras (véase el inicio de la película), es una demostración más de porqué este hombre era el maestro de la comedia sofisticada. El guión tiene algún pequeño bajón de ritmo hacia la mitad de la película, lo cual es comprensible teniendo en cuenta el comienzo tan potente que tiene, pero lo compensa con unos diálogos geniales que nunca paran, de esos que recopilas para citar siempre que puedas.
25 de agosto
West side story
Robert Wise, Jerome Robbins, 1961
Un clásico del musical que crea un alegoría sobre la violencia urbana, su génesis y sus trágicas derivaciones, con apuntes críticos a la xenofobia, al racismo, al trato al inmigrante, al condicionamiento familiar y grupal del comportamiento vehemente, determinado por un contexto propicio al mismo. Al margen de sus implicaciones temáticas y vinculadas a ellas líricamente, a lo largo de esta agridulce, taciturna y noctívaga película, dirigida por Robert Wise con la ayuda en las coreografías de Jerome Robbins, aparecen un buen número de grandes canciones escritas por Leonard Bernstein (música) y Stephen Sondheim (letras), entre ellas, clásicos como “America”, “Tonight”, “Maria”, “One Hand, One Heart” o “Cool”. IlustracióncManuel Flores (de El paseo de Buster Keaton, Media Vaca, 2008)
Descarga del programa: Programa de Cine Huerta 2021_Prensa V2
Coordinación: Juan José García