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La voluntad de los políticos determinará qué países se suben a la ola de las nuevas tecnologías, según el ex ministro de Comunicaciones de Marruecos

El impacto de la globalización en el tercer mundo ofrece un panorama alentador para los países en vías de desarrollo, en opinión del ex ministro de Comunicaciones de Marruecos, Larbi Messari, quien cree que es una «oportunidad para estos países de subirse a la ola de las nuevas tecnologías, pues están al alcance de todos». Así lo ha declarado durante su participación en el curso de verano del Centro Mediterráneo ‘La comunicación en la sociedad globalizada’, que se celebra en Almuñécar hasta el próximo viernes, 27 de julio.

La contradicción a esto, «todo depende de la voluntad política de los Estados», comenta Messari. «Esta oportunidad sólo la aprovechará el que esté capacitado para operar, y no todos los Estados son conscientes, ni se están preparando para poder competir». Durante su participación

«Marruecos es consciente de que ha de entrar en la competitividad con el resto de países, por lo que está reorganizando su campo audiovisual, con el objetivo de crear una zona de libre intercambio con Europa», expone el ex ministro marroquí. Esta re distribución del panorama podrá llevarse a cabo a través de una ley que permite a la empresa privada invertir capital en los medios de comunicación.

Los retos son, en opinión de Larbi Messari, establecer un órgano regulador y un órgano consultativo, integrado por profesionales, ONG, o poder parlamentario), que pueda debatir el problema de la comunicación.

En cuanto a la colaboración de España y más concretamente de Andalucía, Messari critica que sólo se hable de pesca o artesanía «cuando esto es hablar de pequeñas cosas, ante los problemas más sustanciales». Además, comenta el ex ministro, la flota pesquera que faena en Marruecos representa sólo el 16% del total.

La visión del ex ministro marroquí ante los movimientos en contra de la globalización es que la protesta tiene su justificación, porque todo el mundo sigue las reglas de la OCM, del Consejo de Seguridad de la ONU. En definitiva, que el poder de decisión recae en «cinco o seis manos. Mi temor, que lleguen a decidir por sí mismos y no por el beneficio de los ciudadanos «.

Analizando las repercusiones negativas del fenómeno de la comunicación global en los países menos desarrollados, Larbi Messari hace hincapié en las existencias existentes entre los países productores y los consumidores. «El Sur consume lo que produce el Norte», expone Messari.

En cuanto al peligro de la pérdida de identidad cultural, Messari opina que el objetivo es crear programas que luchen por el valor de la proximidad, defender la apertura del sector, basándose en el pluralismo cultural».