Mauricio Wiesenthal señala que Alejandro Sawa «inmoló su vida a la ruleta de la fortuna»
El escritor Mauricio Wiesenthal señaló hoy en el ciclo «Bohemia y Literatura. Centenario del muerte de Alejandro Sawa», organizado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía dentro de la Feria del Libro de Sevilla, que el escritor sevillano homenajeado «inmoló su vida a la ruleta de la fortuna y a una idea de arte, entregando sus días al arte, considerando la bohemia una forma de creer y vivir».
Wiesenthal, que participó junto con la biógrafa de Sawa, la profesora Amelina Correa, y Gonzalo García Pelayo, consideró los bohemios como «personajes de culto» y reconoció en Alejandro Sawa «una forma de enfrentarse al destino de forma triste». Aludiendo a Valle-Inclán, dijo de Sawa que «no hay nadie quien frasee el sentimiento de la gloria como lo sabe hacer el sevillano».
Por otro lado, el famoso enólogo dijo que la literatura «ha caído en manos de los burgueses» y reivindicó que «ésta no se hace en la universidad, sino sintiendo y viviendo». Añadió que con «los bohemios se apostaba por la pureza de la literatura y no por lo que se ha montado encima en la actualidad».
La escritora de «Alejandro Sawa. Luces de Bohemia», Amelina Correa, confesó que su historia con Sawa es la historia de «una pasión de más de 20 años», durante los cuales conoció a la viuda de uno de sus nietos, la única heredera del legado del sevillano, entre los que se encontraban manuscritos, poemas dedicados a Rubén Darío, Machado o Valle Inclán.
Concedió «mucha importancia al contacto directo con los familiares vivo, además de los documentos impresos, pues la familia constituye la memoria oral y viva del personaje, completando así la figura del escritor».
Alejandro Sawa, según la profesora de la Universidad de Granada, «representa la esencia de la bohemia pura, donde el arte daba sentido a la vida, el arte por el arte, y no importaba pasa la peor de la situaciones por vivir de la literatura y del arte».
Señaló que «el halo de leyenda que había detrás de Sawa ocultaba la persona real que se escondía , una persona que acabó derrotado por la vida». Añadió que «gracias al epistolario conservado de Sawa con su amada se descubre una visión complementaria del Sawa bohemio enamorado de su mujer y de un padre cariñosísimo».
Además, apuntó que por las cartas se conoció la faceta como jugador de azar de Sawa, creyendo tener en su poder «un método para hacerse rico, pero también fue un fracaso». Por su parte, García Pelayo, «digno protagonista de película de Orson Welles», según el presentador de la mesa, Alfredo Valenzuela, y «conocido por ganarle al azar en la ruleta de todos las casinos sólo con talento», comentó que «quizás el método que uso el escritor sevillano fue el de la «martingada»», donde se apuesta al número que no ha salido pensando que tiene que hacerlo, «un error», según Pelayo. Afirmó que «extraña que un hombre con esa inteligencia, aludiendo a Sawa, no cayera en que eso no era posible».
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