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Recorrido por el dolor de los andaluces en Mauthausen

Recorrido por el dolor de los andaluces en Mauthausen

Tras la Guerra Civil muchos de los que huyeron hacia Francia acabaron su triste viaje en el campo de concentración de Mauthausen. Hoy se cuenta su historia.

Efe
La peripecia de los casi 1.500 andaluces presos en los campos de Mauthausen, dos de cada tres de los cuales perdieron la vida durante el cautiverio nazi, ha sido documentada en el libro Andaluces en los campos de Mauthausen, de Sandra Checa, Angel del Río y Ricardo Martín. Publicado por el Centro de Estudios Andaluces con un prólogo del psiquiatra y escritor Carlos Castilla del Pino titulado La memoria como moral que dice “los seres humanos se definen por lo que hacen y se les recuerda por lo que hicieron”, el libro explica cómo fueron unos quinientos los andaluces liberados de estos campos, de modo que fueron dos de cada tres de los deportados andaluces los que encontraron la muerte allí.
La investigación recogida en estas páginas tuvo su origen en la visita que, con motivo del sesenta aniversario de la liberación de Mautahausen, realizaron algunos supervivientes españoles junto con familiares al campo de concentración, hoy convertido en monumento conmemorativo, un homenaje que contó con la participación del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El perfil del deportado andaluz en estos campos fue el de un hombre joven, entre los veinte y los treinta años, que combatió en la Guerra Civil española y que cruzó la frontera francesa tras la caída de Cataluña, para formar parte de la columna de exiliados que acabó en un campo de refugiados en suelo galo.
Según el estudio, el origen social del deportado andaluz era principalmente el campesinado y, en cuanto su procedencia, fueron más abundantes los de las provincias de Málaga, seguidos de los de las de Almería y Granada.
En proporción con sus habitantes, la ciudades de Cádiz, Huelva, Jerez, Sevilla y Córdoba, que pronto formaron parte del territorio franquista, tuvieron un número muy bajo de deportados, mientras que resaltan algunas localidades pequeñas como Posadas (Córdoba), con hasta 24 deportados, o Cuevas de Almanzora (Almería) con 16, o, entre las ciudades grandes, la capital almeriense con 39.
Muchos de los liberados se quedaron a vivir en Francia, donde la mayoría murió sin que fueran recordados por sus paisanos, mientras que sólo unas pocas localidades andaluzas como Zujaira y Pinos Puente (Granada), Almería y Posadas han rememorado públicamente el sacrificio de sus vecinos deportados. El libro concluye con una completa relación que ofrece el nombre, lugar y fecha de nacimiento de cada uno de los deportados, así como las prisiones de procedencia y el número con el que fue designado como interno de cada una de estas prisiones.
También se adjunta la fecha de deportación, el número de interno en Mauthausen, y se da cuenta de si desde allí fue derivado a algún subcampo de concentración, como fue el caso del de Gusen, en donde se concentraron gran número de republicanos españoles.
Por último se ofrece con una inicial la situación de cada uno L para los que fueron liberados, F para los que fallecieron, D para los desaparecidos, E para los evadidos y una interrogación para aquellos que no se pudo averiguar su final.
En la última casilla de este cómputo, junto a esas iniciales que dan cuenta de la suerte que corrió cada uno, se detalla la fecha concreta en que aconteció la liberación, el fallecimiento o la última noticia que se tuvo de ellos. Sandra Checa es investigadora de la Universidad de Málaga especializada en el sistema de campos de concentración nazi y ha participado en varios proyectos internacionales relacionados con este asunto. Ángel del Río es coautor del libro El Canal de los presos, sobre republicanos represaliados, responsable de Investigación de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía y coordina en la Universidad Pablo de Olvide el curso de formación especializada “La recuperación de la Memoria Social”. Ricardo Martín estudió derecho en la universidad de Granada y Ciencias de la Información en la Complutense de Madrid.
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