Informática y peluquería, empleos más accesibles para los jóvenes
La búsqueda de empleo se ha convertido en una tarea titánica para los jóvenes granadinos. Desde que la crisis llegó a España, a principios de 2008, las ofertas laborales cayeron en picado y las pocas que aparecen exigen una larga lista de aptitudes, principalmente experiencia. Pese al difícil panorama, aún existen recovecos donde resulta más fácil conseguir un puesto. Según un estudio del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), siete oficios acapararon el año pasado la mayoría de contratos a desempleados menores de 30 años: programador de aplicaciones informáticas, modelo publicitario, fisioterapeuta, deportista o entrenador, animador comunitario, azafata y peluquero o experto en tratamientos de belleza.
Emergentes. La delegada de Empleo, Marina Martín, los define como «ocupaciones y profesiones emergentes» y remarca, además, que en estos trabajos los menores de 30 representan el 60% del total de la plantilla. De esta forma, informática, belleza, salud y deporte son las cuatro áreas con más posibilidades, según el estudio del SAE publicado recientemente y que buscaba examinar las necesidades del colectivo en materia de empleo y formación.
Los resultados parecen corresponderse con la realidad, según se desprende de varias consultas realizadas a jóvenes que trabajan en los oficios detectados por el SAE. El fisioterapeuta Mariano Campoy ha tenido un tránsito apacible desde la Universidad de Murcia hasta una consulta de la Avenida de Andalucía, su primer y actual trabajo. «A la fisioterapia no le ha afectado la crisis porque resulta un gasto necesario, no un lujo que se puede descartar», afirma el joven.
Siempre habrá, dice, gente accidentada, mayores con problemas neurológicos y deportistas o aficionados con problemas musculares o esguinces. «En la consulta siempre hay becarios de la Universidad de Granada. Si bien es complicado encontrar trabajo para los que recién se gradúan, a diferencia de otras profesiones hay muchos sitios a donde recurrir; sectores privados, equipos deportivos…».
Melody Fernández, de 20 años, tampoco sudó mucho para acceder a un contrato. «En septiembre salí a buscar. Al tercer día de estar dejando currículos por media Granada, me llamaron», cuenta la auxiliar de peluquería, que desde hace tres semanas trabaja en la cadena Santiago del Río. «He tenido suerte», dice, aunque se muestra segura de que «si quieres trabajar, siempre hay algo».
Extranjeros. La delegada de Empleo puntualiza, no obstante, que «hay labores tradicionales que mantienen su tendencia a ocupar a jóvenes», como bañistas-socorristas, recepcionistas, cajeros, ayudantes de farmacia, camareros, dependientes de comercios o reponedores de hipermercados. Estos trabajos, no obstante, cuentan con miles de demandantes, lo que hace más dura la competencia. De hecho, el informe revela que la mayoría de los apuntados pide trabajos como dependiente de comercio, peón de la construcción o empleado administrativo.
El diagnóstico del SAE cambia radicalmente con los jóvenes extranjeros, que representan el 10% del total de menores de 30 de la provincia. Este colectivo encuentra empleo más fácilmente en la agricultura, ganadería y hostelería.
Descargar