Inicio / Historico

Almuñequeros y visitantes viajan por las cuatro lecturas de El Quijote, desde la barroca a la posmodernista

Almuñequeros y visitantes viajan por las cuatro lecturas de El Quijote, desde la barroca a la posmodernista
García Casanova: “Han pasado cuatro siglos y aún no está claro lo que piensa Cervantes sobre sus personajes”

áLVARO GARCíA • ALMUñéCAR
Los actos culturales con motivo del cuarto centenario de la publicación en Almuñécar arrancaron el pasado miércoles con la conferencia ‘Lecturas de El Quijote’, impartida por el profesor de la Universidad de Granada, Juan Francisco García Casanova, que estuvo arropado por decenas de participantes almuñequeros y presentado por el edil de Educación del Ayuntamiento de Almuñécar, Miguel Ávila. El profesor recorrió las cuatro principales lecturas que posee semejante obra universal, empezando por la barraca, pasando por la ilustrada, romántica y desembocando en la que realizan los autores del 98, tales como Unamuno, entre otros. “Hoy en día, para mi, la palabra vale más que mil imágenes, sobre todo, porque forma a los ciudadanos. Sin embargo, los niños cada día huyen más de la palabra, de los libros y dedican gran parte de su tiempo a ver la televisión”, explicó el edil almuñequero.

Cronológicamente, la lectura barroca es la primera. Se trata de un momento de ruptura de los cánones artísticos del Renacimiento, una ruptura con la concepción de armonía de la naturaleza. En esta etapa, los artistas ya no pueden hacer lo que con anterioridad al XVII habían hecho, es decir, un mimetismo de la naturaleza. A partir de este siglo aparece una nueva literatura, una novela de caballerías con nuevos personajes –curas y barberos, entre otros– jamás pensados en la anterior literatura. Los personajes aparecen con sus virtudes y defectos, tal como son realmente, donde la burla y el entretenimiento forman parte del vivir de la época y se comparte con lo heróico. Era una nueva forma de interpretar el mundo, una atmósfera de frescura e innovación.

La lectura ilustrada surge con el denominado siglo XVIII, siglo de la Ilustración o también denominado Siglo de Oro o de las Luces. En esta etapa el orden se acerca al desbordamiento, ya no se puede recurrir a los imperativos de la Iglesia sino a los de la razón. El Quijote se lee como un libro pedagógico en el que Cervantes origina la ridicularización de la locura, es decir, la antítesis de la razón. A lo largo del siglo XVIII, El Quijote llega a ser referencia para escritores ingleses. En España llega a infravalorarse, incluso desapareciendo alguna que otra parte de la obra. Poco más tarde volvería su auge, así como la popularidad de Miguel de Cervantes.

La romántica

La lectura romántica aparece con la llegada del siglo XIX. En esta etapa no hay nada que pueda enfrentarse a la libertad del individuo. Será en este periodo cuando más se refleje el deseo de libertad en la obra, sobre todo, porque en sus líneas se vislumbra los cinco años de prisión de Cervantes en Argel. Prueba de ello lo demuestra en algunos capítulos –…el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres– dijo El Quijote a Sancho Panza. Para los románticos El Quijote es visto como el prototipo ideal. Cervantes se enfrenta a un nuevo inquisidor que persigue el control de las artes y las ciencias. “Fueron los románticos quienes constituyeron el análisis de la obra, personas especializadas en entender el punto de vista de Cervantes con respecto a la caballería verdadera, entendida ésta como poesía y no tanto como historia”, informó García Casanova.

La última lectura la protagonizan los escritores pertenecientes a la Generación del 98. Se trata de una lectura muy conocida y heredera del Romanticismo. Los hombres del 98 viven el Tercer Centenario del Quijote. La lectura romántica pasaba por la exigencia del guión, una regeneración para el siglo XX. Será Unamuno quien hace una lectura basándose en la concepción de la vida como tema principal. En un primer momento se realiza en 1895, en torno a todo lo que rodeaba al casticismo. Para Unamuno, según comentó el profesor a los asistentes, “su hermosa muerte purificaba su existencia ante la cultura universal. Y además, al final acaba racionalizando lo que es fe y razón”, argumentó el profesor.

Esta conferencia supone el inicia de una amplia cultura, dirigida a todos los habitantes y vecinos del municipio –y especialmente dirigida a los jóvenes– compuesta por exposiciones, charlas, jornadas gastronómicas y hasta un pasacalles cervantino dentro de muy poco, en los carnavales de la presente edición.

Descargar