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La Universidad tiene instrumental científico valorado en diez millones

GRANADA
La Universidad tiene instrumental científico valorado en diez millones
El Centro de Instrumentación Científica (CIC) es una pieza clave para las investigaciones que se llevan a cabo en el Campus Tecnológico de la Salud El servicio es un referente en España por tener aparatos únicos en el país
M. VICTORIA COBO/GRANADA

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El Centro de Instrumentación Científica (CIC) es el soporte técnico por donde pasan las investigaciones de la Universidad. Es el lugar en el que se mimael aparataje que dota de recursos a las mentes inquietas. Allí tienen desde las técnicas para realizar las pruebas del carbono 14 hasta microscopios electrónicos de alta resolución. Un legado que custodian con esmero los cincuenta y siete trabajadores del centro y que está valorado en más de diez millones de euros (unos 1.663 millones de las antiguas pesetas).

Pionero en células madre

Este instrumental contribuye de manera decisiva en el destacado papel que tiene la Universidad de Granada en la investigación española y hay aparatos que lo convierten en referente, por existir muy pocos en España y en el mundo. Además, será una pieza clave para los estudios que se realicen en el Campus Tecnológico de la Salud. De hecho, el primer banco de líneas celulares se creó allí, donde conservan una zona de crioconservación para tejidos.

Eduardo Barea es el director del centro, y explica que la misión del CIC es múltiple. Entre sus actividades principales están el estudio de sustancias, la obtención de resultados analíticos, la producción de material biológico para experimentación, la interpretación de resultados y el asesoramiento científico-técnico. El CIC también tiene un papel importante en los cursos de alta especialización.

En este centro se guarda el material que resulta más complicado de manejar y cuya gestión no podría soportar un departamento. Además, «hay que sacarle el máximo partido», señala Barea. Esto significa que hay máquinas que permanecen activas durante veinticuatro horas.

Una costosa mudanza

Buena parte del presupuesto de que goza este servicio, no se destina a adquisición de nuevos equipos, sino a la actualización de los ya existentes para mantenerlos siempre en vanguardia. «Muchos de los instrumentos que hay aquí son auténticos prototipos», explica Barea. Recursos que sólo fabrican determinadas empresas en el mundo y a las que hay que recurrir para su reparación. Como ejemplo de lo delicado que pueden llegar a ser estos aparatos, explica lo costoso que resultó la mudanza al edificio que actualmente ocupan, provenientes del edificio Mecenas. «Hubo que pagar sesenta millones de pesetas (360.000 euros) sólo para moverlos de un sitio a otro», señala el director. El traslado tuvo al personal en vilo durante el verano de 2000, ya que en algunos casos hubo que desmontar pieza a pieza los aparatos, para volverlos a montar en destino definitivo.

Entre las joyas del centro destaca el TIMS, que es un espectómetro con fuente de ionización de masas. Para los profanos, esto quiere decir que el aparato se usa para datar edades de rocas. Sólo este equipo cuesta unos 360.000 euros. Los microscopios de alta resolución son otros de los servicios estrella. La última adquisición del CIC ha sido una fuente láser en la que han invertido 12.000 euros.

La seguridad de este complejo en el que duermen millones de euros está asegurada. Además de la vigilancia general del campus de Fuentenueva donde se ubica, hay un guarda que pasa la noche dentro del edificio, y un sofisticado sistema de alarma que disuade a los posibles ladrones. «Es muy raro que elijan el centro para robar, ya que para los equipos que hay aquí no es fácil encontrar mercado», señala Barea.

Además de los sofisticados aparatos, existen técnicas de conservación que son pioneras, para mantener la zona de estudio en condiciones óptimas de invariabilidad.

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