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«España debe liderar el proceso de paz en Israel»

avi shlaim. profesor de relaciones internacionales de la universidad de oxford

España debe liderar el proceso de paz en Israel

Avi Shlaim nació en Bagdad, creció en Israel y ahora vive en Gran Bretaña, en donde es uno de los grandes expertos en el conflicto palestino-israelí y un gran crítico del sionismo y de Sharon. Shlaim, autor del libro El muro de hierro: Israel y el mundo árabe, defiende la necesidad de que Europa presione a Tel-Aviv para que abandone los territorios ocupados e inicie un proceso de paz.

pepe torres
experto. Avi Shlaim, el pasado viernes, en Granada.

JESÚS ARIAS
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granada. Avi Shlaim participó el pasado jueves en el curso Fundamentalismo, violencia y terror del Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada con la conferencia Europa y el conflicto palestino-israelí. El profesor pertenece al llamado grupo de Los Nuevos Historiadores que, desde la perspectiva judía, creen que el sionismo es el verdadero enemigo de los judíos y que Israel debe adoptar otra postura política sobre sus vecinos árabes para que termine el conflicto.
–¿A qué se debe su presencia en Granada?

–He venido a presentar una ponencia sobre el conflicto en Israel. El origen de esta ponencia tuvo lugar en Sevilla, cuando Daniel Barenboim me invitó a un simposio sobre el problema que se desarrolló paralelamente a los ensayos de su West-Eastern Diva Orchestra, que está formada por músicos árabes y judíos. La orquesta se creó en 1999 por iniciativa de Barenboim y Edward Saïd [ya fallecido], que estaba entusiasmado con el proyecto. El año pasado fue el primer año sin Saïd. En el encuentro, junto al ex presidente Felipe González hicimos una declaración pidiéndole a la Unión Europea que intervenga en el conflicto. Además de la ponencia, Barenboim también me pidió que escribiese un artículo sobre lo que sucede en Palestina y por qué Europa debe conocer todos los detalles y presionar a Israel para que ponga fin al problema y fin a la ocupación.

–La iniciativa de Barenboim parece muy interesante…

–Sí. Lo esencial es que Barenboim está utilizando la cultura como un arma política. La orquesta es un experimento brillantemente exitoso. Ahí hay músicos libaneses, palestinos, judíos, que están unidos por la música. Todos cooperan e intentan hacer la mejor música posible. Eso demuestra que la convivencia es posible, y Europa debería saberlo. Yo lo decía en el artículo que publiqué en El País, titulado Cuatro días en Sevilla y también lo decía un amigo mío, el doctor Mustapha Barghouti, que es un físico de Ramala y líder de un pequeño partido democrático palestino que obtuvo el 20 por ciento de los votos en las elecciones generales de enero.

–Muchos intelectuales judíos que se oponen a Sharon e incluso son pro-palestinos, cuando llegan a Europa y dicen que son israelíes, son considerados como si todos apoyasen a Sharon. ¿Se sienten aislados?

–Creo que ha habido un cierto antisemitismo en Europa. Con el incremento de judíos y de sinagogas, también se han producido casos como la profanación de tumbas judías. El antisemitismo ha estado creciendo de un modo alarmante. Pero la pregunta que habría que hacerse ahora es si se trata del clásico antisemitismo o si se trata de antisionismo. Yo creo que es una mezcla de ambos. El antisionismo se basa en criticar el Gobierno de Ariel Sharon y su política. En Europa hay un montón de gente decente, sin prejuicios, que está muy enfadada con Israel por la represión de los palestinos y está enfadada con Estados Unidos por su apoyo a Sharon. Pienso que el verdadero problema es Israel y la ocupación, y el problema continuará mientras exista la ocupación.

–Muchos europeos creen que el problema desaparecerán cuando dejen de estar Arafat y Sharon. Y Arafat ya no está…

–Si observas a Ariel Sharon, es todo lo opuesto a los valores tradicionales de los judíos, la verdad, la justicia, la tolerancia. De él sólo ser puede esperar el mal. La política es la segunda profesión del mundo, después de la prostitución. Pero hasta la prostitución tiene cierta moral. Sharón es un político. Bush lo describió como un hombre de paz. Pero Sharon es un hombre de guerra y el campeón de las soluciones violentas. Rechaza negociar con la Autoridad Palestina. Es unilateral en los intereses de Israel y no le interesan los derechos de los palestinos. Sharon es el principal problema.

–¿Arafat era también un problema?

–Era un problema porque permitía la violencia, el terrorismo y los ataques. Y era también incapaz de controlar esos ataques. Hay una cosa muy clara: matar civiles está mal. Punto. Y punto final. Y Arafat no estaba en contra de eso. Eso lo convertía en un problema. Pero insisto en que el principal obstáculo es Sharon. Él quiere expandirse por Cisjordania. Tú no puedes negociar la paz y al mismo tiempo confiscar más y más tierra árabe. Eso es incompatible. La muerte de Arafat marcó un principio, pero el problema continúa. Los últimos cuatro años de Intifada han sido años muy oscuros. Ahora hay una nueva esperanza. Se ve la luz al final del túnel.

–¿Europa puede ser más activa en el proceso de paz?

–Billy Brandt decía que Europa era un gigante económico pero un enano político. Sin embargo, Europa tiene acuerdos comerciales que son muy beneficiosos para Israel. Los acuerdos establecen que se respeten los derechos humanos de los palestinos. Ésa es una condición que Israel viola sistemáticamente. La Unión Europea podría presionar económicamente a Israel para que acabase con el conflicto. Estados Unidos está sólo de un lado. Pero Europa tiene buenas relaciones con israelíes y palestinos. Estados Unidos mide con un doble rasero: uno para Israel y otro para los árabes. Europa tiene el mismo rasero para todos. Europa necesita interpretar un papel independiente y que algún país europeo debe liderar.

–¿Y cuál sería ese país?

–España. ¿Por qué? Miremos así las cosas: Gran Bretaña tiene mala imagen por su apoyo a Bush en la ocupación de Iraq. Por tanto, no puede. A Francia le encantaría, pero tampoco tiene apoyo. Está demasiado cerca de los árabes. Alemania es otro país que desearía liderar ese proceso. Pero tiene el Holocausto y el sentimiento de culpa. Alemania se apuntaría inmediatamente si otro país liderase el proceso. Por el contrario, España está muy cualificada para ser ese líder: su asociación histórica con judíos y musulmanes, el hecho de que el Gobierno socialista le dio la vuelta atrás a la política exterior el año pasado, y que ese Gobierno no está afectado por el pasado de apoyo a la guerra. Además, desde el fin de la dictadura tiene un gran reconocimiento por su respeto a la ley internacional, a los valores de la Unión, a la democracia y a los derechos humanos. Y, además, cuenta con personalidades con un gran conocimiento de Oriente Medio, como Miguel Ángel Moratinos, que es una persona respetado por palestinos e israelíes. Por todas esas razones, la España socialista de ahora está cualificada para liderar la resolución del conflicto.

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