Este mes de febrero de 2023 conmemoramos el 70 aniversario de la primera sesión del Cineclub Universitario. Muy triste la coincidencia de esta celebración con el fallecimiento, a finales del pasado mes de enero, de Eugenio Martín, su fundador.
El Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Patrimonio de la Universidad de Granada, desde La Madraza-Centro de Cultura Contemporánea y desde el Cineclub Universitario, ha organizado un pequeño ciclo como reconocimiento y homenaje a Eugenio Martín, el cineasta que tan inolvidables obras ha legado a la Historia del Cine Español y, cómo no, a Eugenio Martín, aquél joven estudiante de Derecho de la UGR que un día imaginó un espacio donde los ciudadanos de Granada pudieran encontrarse para aprender y disfrutar del cine, de todo tipo de cine, haciendo, sin saberlo, que cambiara el paisaje cultural de nuestra ciudad para siempre.
PROYECCIONES DEL CICLO. FEBRERO/ABRIL 2023
Lunes 6 febrero: De cineclubista a cineasta (conmemoración del 70 aniversario de la primera sesión del CineClub Universitario UGR)
21 :00 h.
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- VAN GOGH.
- Alain Resnais, 1948
- v.o.s.e [18 min.]
- VIAJE ROMÁNTICO A GRANADA.
- Eugenio Martín, 1955
- v.e. [20 min.]
- PÁNICO EN EL TRANSIBERIANO.
- Eugenio Martín, 1972
- v.o.s.e. [88 min.]
- VAN GOGH.
Lunes 10 abril: Un cineasta para todos los géneros
19:30 h.
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- EL PRECIO DE UN HOMBRE
- Eugenio Martín, 1966
- v.e. [93 min.]
21 :30 h.
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- UNA VELA PARA EL DIABLO
- Eugenio Martín, 1973
- v.e. [87 min.]
Organiza: Cineclub Universitario/ Aula de Cine
Lugar: Sala Máxima del Espacio V Centenario
Entrada libre hasta completar aforo
Presentación del ciclo (Juan de Dios Salas, director del Cineclub Universitario)
En el año 2009, con motivo de la primera edición de Retroback-Festival de Cine Clásico de Granada, el director de éste, David López, tuvo la amabilidad de invitarme a escribir el prólogo del libro que dedicado a EUGENIO MARTÍN, y escrito por Carlos Aguilar y Anita Haas, se iba a presentar durante la celebración del mismo. El motivo de tal invitación no era otro que el hecho de que Eugenio Martín había sido el FUNDADOR DEL CINECLUB UNIVERSITARIO de la UNIVERSIDAD DE GRANADA, y yo en aquel momento era su director, cargo que venía ocupando desde 1995. Por tal motivo y para documentarme sobre ese nacimiento, sobre ese momento tan importante, tanto para la universidad como la propia ciudad, del origen de un foco cultural del calado del CineClub, mantuve con un amabilísimo Eugenio Martín varios contactos, telefónicos y por correo electrónico, antes de tener la enorme suerte de conocerlo en persona durante el festival. De esta manera, me facilitó la información y los datos necesarios, que había conservado y ordenado cuidadosamente desde aquel entonces, que me iban a permitir contar esa historia, “su” historia, “nuestra” historia:
(…) Un grupo de estudiantes, amantes de la buena literatura y del mejor cine, con el apoyo de la Universidad y de un exhibidor cinematográfico que disfrutaba con lo que hacía -¿quién conoce hoy a alguien parecido?- , se embarcan en un proyecto tan arriesgado como, a la postre, brillante y esencial para esa ciudad: habilitar un espacio donde mostrar otro tipo de cine, un cine que orillaba lo marcado por la dictadura y los gustos de la época, una ventana ¡qué digo ventana, una maravillosa balconada! en la que retreparte para ver, para disfrutar de este arte – y, por extensión, del mundo- con nuevos ojos.
Y así un martes 1 de febrero de 1949 en el Cinema Aliatar comienza a fraguarse lo que será, a lo largo de muchas décadas, una pieza fundamental de la vida cultural de la ciudad: el CineClub de Granada. Para esa puesta de largo, un programa triple con obras de tres maestros: William Wyler y su “Bajo cielos enemigos” (The Memphis Belle: a story of a flying fortress, 1944), Walt Disney y “La peste alada” y Fritz Lang y su “M, el vampiro de Düsseldorf” (M-Eine Stadt sucht einen Mörder, 1931).
Para la segunda sesión –13 de febrero de 1949-, cambio de espacio -del Aliatar al Príncipe Cinema- y un programa doble: “Rodin”(1942) de René Lucot y “Romanza en tono menor” (Romanze in Moll, 1943) de Helmut Käutner.
Las proyecciones se fueron sucediendo, alternando diferentes salas de la ciudad. Las programaciones fueron variando y enriqueciéndose con cada nueva sesión. La aventura se iba consolidando.
Es en este momento de esplendor cuando la Universidad decide, sabiamente, hacerse cargo de la protección y continuidad del proyecto, financia ¡en esos años! un proyector de 35 mm. y tras varias pruebas ubica el, ahora ya sí, llamado CineClub Universitario, en el Aula Magna o salón de conferencias de la Universidad. Es febrero de 1953: el CineClub Universitario, con nuevo nombre y sede, inicia nueva andadura con un programa donde Alain Resnais (“Van Gogh”, 1948) y Vittorio de Sica (“La puerta del cielo”, La porta del cielo, 1945) comparten pantalla.
Al calor de todas esas proyecciones, del movimiento cultural a todos los niveles que generaron y del buen número de aficionados que iban creando, se organizó un Seminario de Estudios Cinematográficos al que asistieron conferenciantes de notable prestigio en esos años -y del que queda constancia en revistas literarias granadinas del momento, por si alguien no cree que tal efervescencia cultural llegara a ocurrir y fuera generada por el CineClub-.
Pero no todo fue tan fácil, tan cómodo. No debemos nunca olvidar dónde y en qué años estamos. Eugenio y sus compañeros solían escribir artículos críticos y didácticos sobre los films proyectados y se los hacían llegar a los asistentes…¡artículos al margen de cualquier tipo de censura y control! Y claro, esto no podía durar. Así que cierto día un jesuita lo citó en el monasterio de la Cartuja para “aconsejarle” y “exhortarle” a que esos textos pasaran primero por el control eclesiástico, “única autoridad” con capacidad para decidir qué era apropiado decir sobre tal o cual película o cómo se debería de entender este o aquel film. (…)
El caso es que Eugenio no lo acepto, se plantó y, tentado ya como estaba por viajar a Madrid para hacer cine, dejó el CineClub en otras manos y marchó a la capital. Antes, eso sí, y como resultado de ese terreno inmensamente fértil que había creado el CineClub, pudo filmar con el patrocinio de la Universidad y el asesoramiento del entonces decano de Filosofía y Letras, Emilio Orozco, y del archivero de la Alhambra, Jesús Bermúdez, el cortometraje “Viaje romántico a Granada”, que ganó numerosos galardones y se estrenó el 22 de junio de 1955, durante el IV Festival Internacional de Música y Danza.
Eugenio se acabó dedicando al cine como guionista y director, y trabajó, con éxito, durante muchos años en ese medio. Pero aquí comienza una historia que ya ha sido mucho mejor contada por otros. (…)
Descargar cuaderno del ciclo editado por el Cineclub Universitario (PDF)