Titan, l’électrique

Titan, l’électrique

Titan est le seul satellite du système solaire doté d’une atmosphère dense avec une couche nuageuse qui masque partiellement le sol. Cette particularité a fait de cette lune de Saturne l’un des principaux objectifs de la mission mixte Cassini-Huygens de la NASA et de l’Agence Spatiale européenne (ESA).

Le 14 janvier 2005, le module Huygens s’est posé sur le sol de Titan et a envoyé des données pendant près de 90 minutes après avoir atteint la surface. Des physiciens de l’Université de Grenade et de l’Université de Valence ont développé un procédé pour analyser ces données et ont démontré « sans équivoque » qu’il se produit dans son atmosphère une activité électrique naturelle.

Selon les scientifiques espagnols, l’existence d’une activité électrique augmente considérablement la possibilité qu’il puisse se former des molécules organiques et prébiotiques. En effet, d’après la théorie du biochimiste russe M. Alexander I. Oparine, et l’expérimentation de M. Stanley L. Miller la synthèse de composés organiques (acides aminés) à partir de matière inorganique est possible lorsque cette « soupe primitive » est soumise à des décharges électriques.

Cette découverte va encore un peu plus renforcer l’intérêt de la communauté scientifique vis-à-vis de Titan, dont l’atmosphère et le climat évoquent les conditions qui régnaient sur la Terre primitive, la proximité solaire en moins. La surface du satellite est également remarquable par sa similitude avec certains paysages terrestres. Les scientifiques ont déjà repéré des lacs d’hydrocarbures et ils soupçonnent l’existence d’un réseau de rivière ainsi que la présence d’un océan souterrain.

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García Montero: Me parecía obligado descalificar las opiniones sectarias y dogmáticas

García Montero: Me parecía obligado descalificar las opiniones sectarias y dogmáticas

El poeta y profesor de la Universidad de Granada Luis García Montero ha dicho hoy que al escribir un artículo periodístico donde cuestionaba a un compañero de su Departamento, quien le acusa de injurias graves, sólo pretendía contestar a unas opiniones que provocaban «sectarismo y dogmatismo» en el alumnado.

García Montero, que se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 5 de Granada, ha negado que tuviera un «ánimo de ofensa personal» al profesor José Antonio Fortes, que le pide una indemnización de 60.000 euros, y que únicamente quiso responder a unos planteamientos «muy desorientados e injustos».

En este sentido, ha comentado que Fortes, además de cuestionarle a él mismo en aspectos personales y con ataques hacia su familia y su labor literaria, decía en sus clases que Federico García Lorca era un fascista o que Francisco Ayala fue un aliado del franquismo.

«Creí que había que contestar esas opiniones porque afectaban al alumnado», ha comentado el escritor, quien ha asegurado haber sufrido una «persecución» desde hace años por parte de su compañero, con el que había tenido un incidente previo en una reunión del Departamento de Literatura Española antes de publicar un artículo en «El País».

En dicha reunión, celebrada en septiembre de 2006 y en la que precisamente se iban a tratar diversos aspectos relacionados con el premio Internacional «Federico García Lorca-Ciudad de Granada», el poeta ha admitido que «estalló» y que llegó a encararse con el profesor Fortes.

De hecho, según ha declarado ante el juez Miguel Ángel Torres, poco antes éste último al parecer le había responsabilizado indirectamente del suicidio del también poeta Javier Egea, lo que empeoró la situación.

Tras esa reunión, ha dicho García Montero, se celebró otra en la que pidió excusas al Departamento por lo sucedido y, posteriormente, escribió el ya citado artículo periodístico en el que, guiado por la libertad de expresión, calificó a Fortes como «perturbado» y sugería a la Universidad que lo pusiera «en su sitio».

Por su parte, el denunciante, que ejerce la acusación particular y que ha declarado como testigo, ha recordado que García Montero le llamó, entre otros insultos, «hijo de puta» y le dijo que nunca había tenido ideas, al tiempo que ha negado que le cuestionara a él o a otros literatos en sus clases.

Durante la vista oral, que se ha celebrado durante buena parte del tiempo a oscuras debido a un problema eléctrico, también han declarado otros doce testigos, en su mayoría compañeros del Departamento de Literatura Española y antiguos alumnos de los dos implicados.

La acusación particular, que antes de que el juicio haya quedado visto sentencia ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, ha calificado como un «hecho gratuito» los insultos «ilegales» que atribuye a García Montero, de quien cree que se reiteró en su artículo y en el que no ve arrepentimiento.

Al respecto ha añadido que, aunque el poeta trate de justificarse amparado en la libertad de expresión, ésta tiene «limitaciones» en el respeto hacía los demás, ya que -ha añadido- «se puede discrepar (de alguien) pero no injuriar ni vilipendiar».

Por su parte, la defensa ha admitido el «exceso verbal» que tuvo el poeta al dirigirse al denunciante, pero ha enmarcado los insultos dentro del «lenguaje normal», apuntando que se refirió a Fortes como profesor y no como persona y que lo que éste decía en clase a sus alumnos era «inadmisible».

El letrado ha considerado, en definitiva, que la crítica pudo ser «excesiva» o «ácida» aunque no delictiva, puesto que es «legítimo» que alguien critique los planteamientos de un tercero, sobre todo como persona pública.
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Callejones y playas como preferidos para prácticas amorosas

Callejones y playas como preferidos para prácticas amorosas

Los callejones y las playas son los escenarios preferidos por los jóvenes para dar rienda suelta a sus prácticas amorosas, según una investigación realizada entre la Universidad de Granada y la Veracruzana de México que estudia la cartografía del amor urbano desde un punto de vista antropológico.

La investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista «Joven es» , del Instituto Mexicano de la Juventud, analiza por primera vez la manera en que las parejas de jóvenes de enamorados hacen suyos los espacios públicos para la «exploración erótico/amorosa sobre sus propias fronteras corporales e imaginarias» , informó hoy la Universidad de Granada (sur de España) .

Según el estudio, los callejones, seguidos de la playa y los parques son los lugares preferidos por los jóvenes para sus experiencias amorosas, además de otros espacios como los cines, los puentes y los puertos.

Para la investigación se llevó a cabo una encuesta entre 156 jóvenes mexicanos (el 57 por ciento de ellos varones) con edades comprendidas entre los 17 y los 28 años.

Los resultados son «extrapolables a cualquier país del ámbito iberoamericano, incluida España» , según Genaro Aguirre, responsable del proyecto bajo la dirección de Antolín Granados y Gunther Dietz, del departamento de Antropología y Trabajo Social de la Universidad de Granada.

Según Aguirre, la investigación ha permitido constatar las maneras en que los jóvenes no sólo van apropiándose de los lugares públicos para darles un nuevo significado, «sino también cómo le asignan un valor simbólico cuando la emoción se desborda y traspasa los umbrales permisibles, alcanzando un grado erótico-sexual» .

El uso que los jóvenes hacen de los rincones de una ciudad para practicar sexo, o simplemente vivir lo que el autor denomina «experiencias amorosas» , no guarda una relación con la clase social a la que pertenecen, ya que todos por igual dicen hacer uso de los espacios públicos para realizar sus prácticas amorosas.

La investigación también ha revelado cuáles son los «agentes de mediación amorosa» preferidos por los jóvenes: las canciones románticas seguidas de las películas y, muy de lejos, la poesía.
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Callejones y playa, escenarios preferidos por jóvenes para prácticas amorosas

Callejones y playa, escenarios preferidos por jóvenes para prácticas amorosas

Los callejones, playas y parques son los escenarios preferidos por los jóvenes para dar rienda suelta a sus prácticas amorosas, según una investigación pionera realizada entre la Universidad de Granada y la Veracruzana de México que estudia la cartografía del amor urbano desde un punto de vista antropológico. La investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista «Joven es», del Instituto Mexicano de la Juventud, y en la «Ulúa», analiza por primera vez la manera en que las parejas de jóvenes de enamorados hacen suyos los espacios públicos para la «exploración erótico/amorosa sobre sus propias fronteras corporales e imaginarias», según ha informado hoy la Universidad de Granada.

Según el estudio, los callejones, seguidos de la playa y los parques son los lugares preferidos por los jóvenes para sus experiencias amorosas, además de otros espacios como los cines, puentes y puertos.
Para la investigación se llevó a cabo una encuesta entre 156 jóvenes mexicanos (el 57 por ciento de ellos varones) con edades comprendidas entre los 17 y los 28 años.

Los resultados son «extrapolables a cualquier país del ámbito iberoamericano, incluida España», según Genaro Aguirre, responsable del proyecto bajo la dirección de Antolín Granados y Gunther Dietz, del departamento de Antropología y Trabajo Social de la Universidad de Granada.

El estudio conllevó la realización de entrevistas semiestructuradas, grupos focales y un trabajo de observación a lo largo de tres años y medio.

Según Aguirre, la investigación ha permitido constatar las maneras en que los jóvenes no sólo van apropiándose de los lugares públicos para darles un nuevo significado, «sino también cómo le asignan un valor simbólico cuando la emoción se desborda y traspasa los umbrales permisibles, alcanzando un grado erótico-sexual».

El uso que los jóvenes hacen de los rincones de una ciudad para practicar sexo, o simplemente vivir lo que el autor denomina «experiencias amorosas», no guarda una relación con la clase social a la que pertenecen, ya que todos por igual dicen hacer uso de los espacios públicos para realizar sus prácticas amorosas.

La investigación también ha revelado cuáles son los «agentes de mediación amorosa» preferidos por los jóvenes: las canciones románticas seguidas de las películas y, muy de lejos, la poesía.
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Luis García Montero: «Creí que había que contestar esas opiniones porque afectaban al alumnado»

Luis García Montero: «Creí que había que contestar esas opiniones porque afectaban al alumnado»

El juicio que se ha celebrado hoy en Granada ha sentado en el banquillo al escritor Luis garcía Montero ha quedado visto para sentencia. García Montero ha declarado: «Era mejor contestar en público que no buscar un medio legal para limitar las expresiones de Fortes»

El poeta y profesor de la Universidad de Granada Luis García Montero ha dicho hoy que al escribir un artículo periodístico donde cuestionaba a un compañero de su Departamento, quien le acusa de injurias graves, sólo pretendía contestar a unas opiniones que provocaban «sectarismo y dogmatismo» en el alumnado.

García Montero, que se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 5 de Granada, ha negado que tuviera un «ánimo de ofensa personal» al profesor José Antonio Fortes, que le pide una indemnización de 60.000 euros, y que únicamente quiso responder a unos planteamientos «muy desorientados e injustos».

En este sentido, ha comentado que Fortes, además de cuestionarle a él mismo en aspectos personales y con ataques hacia su familia y su labor literaria, decía en sus clases que Federico García Lorca era un fascista o que Francisco Ayala fue un aliado del franquismo.

«Creí que había que contestar esas opiniones porque afectaban al alumnado», ha comentado el escritor, quien ha asegurado haber sufrido una «persecución» desde hace años por parte de su compañero, con el que había tenido un incidente previo en una reunión del Departamento de Literatura Española antes de publicar un artículo en «El País».

En dicha reunión, celebrada en septiembre de 2006 y en la que precisamente se iban a tratar diversos aspectos relacionados con el premio Internacional «Federico García Lorca-Ciudad de Granada», el poeta ha admitido que «estalló» y que llegó a encararse con el profesor Fortes.

De hecho, según ha declarado ante el juez Miguel Ángel Torres, poco antes éste último al parecer le había responsabilizado indirectamente del suicidio del también poeta Javier Egea, lo que empeoró la situación.

Tras esa reunión, ha dicho García Montero, se celebró otra en la que pidió excusas al Departamento por lo sucedido y, posteriormente, escribió el ya citado artículo periodístico en el que, guiado por la libertad de expresión, calificó a Fortes como «perturbado» y sugería a la Universidad que lo pusiera «en su sitio».

Por su parte, el denunciante, que ejerce la acusación particular y que ha declarado como testigo, ha recordado que García Montero le llamó, entre otros insultos, «hijo de puta» y le dijo que nunca había tenido ideas, al tiempo que ha negado que le cuestionara a él o a otros literatos en sus clases.

Durante la vista oral, que se ha celebrado durante buena parte del tiempo a oscuras debido a un problema eléctrico, también han declarado otros doce testigos, en su mayoría compañeros del Departamento de Literatura Española y antiguos alumnos de los dos implicados.

La acusación particular, que antes de que el juicio haya quedado visto sentencia ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, ha calificado como un «hecho gratuito» los insultos «ilegales» que atribuye a García Montero, de quien cree que se reiteró en su artículo y en el que no ve arrepentimiento.

Al respecto ha añadido que, aunque el poeta trate de justificarse amparado en la libertad de expresión, ésta tiene «limitaciones» en el respeto hacía los demás, ya que -ha añadido- «se puede discrepar (de alguien) pero no injuriar ni vilipendiar».

Por su parte, la defensa ha admitido el «exceso verbal» que tuvo el poeta al dirigirse al denunciante, pero ha enmarcado los insultos dentro del «lenguaje normal», apuntando que se refirió a Fortes como profesor y no como persona y que lo que éste decía en clase a sus alumnos era «inadmisible».

El letrado ha considerado, en definitiva, que la crítica pudo ser «excesiva» o «ácida» aunque no delictiva, puesto que es «legítimo» que alguien critique los planteamientos de un tercero, sobre todo como persona pública.
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García Montero afirma que Fortes genera «dogmatismo» y «sectarismo» entre los alumnos de la UGR

García Montero afirma que Fortes genera «dogmatismo» y «sectarismo» entre los alumnos de la UGR

El poeta Luis García Montero afirmó hoy que se sintió obligado a escribir el artículo que publicó en \’El País\’ sobre el profesor de Literatura de la Universidad de Granada (UGR) José Antonio Fortes, que le ha llevado hoy a juicio por injurias graves con publicidad, por el «dogmatismo» y «sectarismo» generado entre los alumnos, consecuencia de sus manifestaciones en las clases, donde mantenía que Federico García Lorca «era un fascista», que Antonio Muñoz Molina «defiende el terrorismo de Estado» o que Francisco Ayala «había sido un aliado del fascismo».

Durante su declaración en la vista oral, en el Juzgado de lo Penal 5 de Granada, del que es titular Miguel Ángel Torres, García Montero incidió así en que las «repercusiones» de las enseñanzas de Fortes no eran ya sólo «personales», puesto que el profesor insultaba a su compañero de departamento en las aulas, según el testimonio del acusado, sino también «públicas».

El poeta mantuvo que éste le ha sometido a una «persecución» de muchos años, en los que ha escrito diversos artículos en los que «daña» no sólo a él, sino también a sus familiares y amigos, entre ellos uno en el que le acusaba, a él y a Álvaro Salvador, poeta y profesor de Literatura, del suicidio del también poeta Javier Egea.

Con todo lo anterior, García Montero acudió a una reunión de departamento el 26 de septiembre de 2006, en el que se iba a proponer candidato al Premio Federico García Lorca de Poesía, en la que el poeta reconoció haber «estallado», y en la que, según la acusación particular, le profirió una serie de insultos. Posteriormente se produjo una segunda reunión, en la que éste consideró necesario ofrecer su excusa al departamento por lo ocurrido y una explicación de su comportamiento anterior.

En cuanto al artículo, publicado un mes después, concretamente el 10 de octubre, el poeta señaló que alumnos y compañeros ya le habían animado a interponer demanda contra Fortes, pero García Montero dijo creer «firmemente» en la libertad de expresión, a la que le parece «peligroso» ponerle «límites».

«Era mejor contestar en público que no buscar un medio legal para limitar las expresiones de Fortes», de quien habló en el artículo, según aseguró García Montero, como profesor y no como persona. No pretendió, según dijo, ofenderle personalmente cuando se refirió a él en el texto como «profesor perturbado», sino desde el punto de vista académico.

DECLARACIÓN DE FORTES

Por su parte, José Antonio Fortes aseguró que en la reunión de departamento de septiembre García Montero le dijo «hijo de puta» o «cabrón», y que «a partir de ahí», ha hecho «menoscabo» de su trabajo. El profesor, que imparte en la UGR la asignatura \’Literatura española desde 1939: dictadura, exilio y democracia\’, negó haber hecho ningún tipo de comentario en el trascurso de la misma, si bien reconoció que su compañero, José Antonio Ortega, en referencia a quién podría ser candidato al Premio Lorca dijo que «se lo podrían dar a Currito Albaicín o a la Pantoja».

De igual forma, incidió en que entre él y García Montero no existían diferencias sensibles en cuestiones académicas y que «jamás» ha asegurado que Lorca fuera un fascista. «Ni lo he dicho ni lo he escrito», dijo Fortes, para quien «el problema» es que en su asignatura no nombra a García Montero como poeta, a quien dijo no haber investigado jamás.

Tras su testimonio, declararon como testigos los compañeros de departamento de ambos, que reconocieron que en la primera reunión se profirieron expresiones malsonantes de García Montero hacia Fortes –que se reía y hacía comentarios durante la misma con otros compañeros– y que, en una segunda, el primero pidió disculpas por lo ocurrido, sin que el profesor querellante manifestara disconformidad alguna.

Ex alumnos de ambos aseguraron que Fortes se refiere al también Premio Nacional de Poesía como un «pequeño burgués al servicio del régimen» o el «apóstol de San Federico, poeta y mártir», y a su mujer, Almudena Grandes, como «la consorte del taxista», en referencia al verso \’Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi\’. De igual forma, el querellante afirma en sus clases, según los que fueron sus alumnos, que Lorca «sostenía la ideología fascista».

Así, según declararon, Fortes dedica «expresiones vejatorias» a García Montero de manera «constante» y «sistemática», que a algunos alumnos irritan y a otros hace reír, según dijeron los testigos, que aseguraron además que el profesor ha ordenado hacer trabajos, «investigaciones casi policiales», de los ingresos que percibía García Montero, que, por contra, «jamás» ha insultado a Fortes en las aulas.

En la presentación de sus informes finales, la acusación, que elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, en las que pide para el acusado 60.000 euros de indemnización, incidió en que «no hubo provocación» por parte de Fortes y que la «concatenación de los hechos no demuestra que haya habido arrepentimiento» de García Montero, que increpó «de manera gratuita» al profesor.

LA ACUSACIÓN CREE QUE HA HABIDO JUICIO «PARALELO» DE LOS MEDIOS

Para la acusación son «ilegales» las manifestaciones verbales y escritas del poeta granadino, a quien dijo que, si tenía queja de su patrocinado, que hubiera acudido a los tribunales. Asimismo acusó a los medios de comunicación de haber hecho un juicio «político paralelo» a Fortes, a quien se le está haciendo un «grave daño».

Por su parte, la defensa, que pide la libre absolución del poeta, incidió en el contexto en el que se produjo la reunión y la publicación del artículo y señaló que Fortes «da un paso más que trasciende lo académico», por lo que el letrado consideró que «quizá el juicio político lo haya hecho él». Según reiteró el abogado, el propio García Montero ha reconoció que hubo un «exceso verbal» pero éste y lo expuesto en \’El País\’, según la defensa, no implica delito.

Las palabras que afirma la acusación que García Montero profirió contra Fortes, «hijo de puta», «cretino», «mequetrefe» y «sinvergüenza», fueron palabras «malsonantes, de mal gusto y groseras», pero que constituyeran delito «son palabras mayores», puesta que éstas son «habituales» en el lenguaje «normal».

En cuanto al artículo, el abogado destacó que en el texto «no hay una sola expresión» contra Fortes que no lo fuera como profesor, puesto que ofrecía en sus clases visiones «inadmisibles» de autores como Lorca o Ayala y que en el mismo hubo crítica «ácida, excesiva o cruda», pero tampoco delito, puesto que es «legítimo» que alguien critique su comportamiento «como persona pública que es» en la UGR.

El juicio, que ha quedado visto para sentencia, ha contado con la presencia de numerosos amigos del poeta granadino y también con la masiva asistencia de medios de comunicación en la sala, que ha permanecido a oscuras la mayor parte de la vista oral.

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García Montero atribuye al “nerviosismo” los insultos al profesor Fortes

García Montero atribuye al “nerviosismo” los insultos al profesor Fortes

El poeta Luis García Montero atribuyó esta mañana a los nervios los insultos que profirió contra José Antonio Fortes en una reunión de departamento celebrada en septiembre de 2006, “excesos verbales” que le han costado una querella por injurias por la que esta mañana se ha sentado en el juzgado de Lo Penal número 5 de Granada.
Los insultos fueron fruto de un exceso durante una reunión, pero tienen su origen, según defendió el imputado, en una situación de desavenencias anteriores entre ambos.
Los alumnos que declararon durante el juicio calificaron la situación de “acoso” y, varios de ellos, afirmaron que Fortes “descalificaba continuamente” a Montero en numerosas ocasiones en sus clases. Algo que todo el mundo sabía. “Era la comidilla en los pasillos entre los alumnos… A ver qué dice hoy…”, declaró uno de los testigos.
Junto a estos insultos, la querella por injurias también se debe a un artículo publicado en El País en el que Montero tildaba de “profesor perturbado” a Fortes porque defendía en sus clases que Federico García Lorca era un “fascista”.
Al amparo de la libertad de expresión
Para defender su artículo, el medio que creyó idóneo para parar aquella situación, García Montero se amparó en la “libertad de expresión”. Considera que las discrepancias con las ideas sobre Lorca vertidas por Fortes no tenían que dirimirse en un tribunal penal.
El juicio, celebrado durante la mañana, quedó visto para sentencia tras la declaración de los implicados y de una decena de testigos, profesores del departamento de Literatura Española de la Universidad de Granada y alumnos.
La acusación, ejercida por Fortes, pide una multa de 14 meses, cuya cuantía no quiso especificar ayer a los periodistas junto a una indemnización de 60.000 euros por daño moral.
El abogado del poeta granadino solicitó la libre absolución al entender que los insultos proferidos pueden ser “malsonantes” pero no un delito.

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Los científicos desarrollan fármacos contra el cáncer menos agresivos

Los científicos desarrollan fármacos contra el cáncer menos agresivos

Un grupo de científicos de la Universidad de Granada, pertenecientes a la Facultad de Farmacia, trabajan en el desarrollo de nuevos fármacos anticancerígenos menos agresivos y capaces de aminorar efectos secundarios de la quimioterapia como la caída del cabello o la mielosupresión -afección en la médula ósea.

La investigación ha permitido la creación de moléculas inhibidoras sobre una enzima particular \’sobreexpresada\’ en el 30 por ciento de los tumores, entre ellos, cánceres tan malignos como el de páncreas, colon, pulmón u ovarios, entre otros.

Así lo ha explicado hoy a los periodistas el investigador Antonio Espinosa quien ha destacado que la línea de trabajo en su laboratorio se desvía de los fármacos tradicionales que, \’además de acabar con las células cancerosas, también provocan la destrucción de otras células sanas, generando los temidos efectos secundarios\’.

Estos científicos, ha dicho, buscan otro modelo de diseño de productos farmacológicos con los que tratan de interrumpir las señales inducidas por los oncogenes, esto es, estructuras del organismo con capacidad de dañar y hacer cancerosas a las células.

Según Espinosa, que dirige el grupo CTS 130 Investigación y Desarrollo de Fármacos, su equipo también trabaja en \’el proceso de creación de células sanas a partir de las malignas\’.

En este sentido, el científico ha revelado que la investigación ha permitido revertir el fenotipo de los \’rabdomiosarcomas\’, tipo de cáncer en los huesos o los músculos, que \’suele tener una gran incidencia en los niños\’.

Este hallazgo ha permitido recuperar la célula de la musculatura esquelética, ha indicado Espinosa, quien ha dedicado los últimos 20 años al desarrollo de fármacos antitumorales análogos al 5-Fluoruracilo (5-FU), uno de los medicamentos más empleados en la actualidad contra los cánceres de esófago, mama, colon y estómago.

Por su parte, el delegado de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta en Granada, Francisco Cuenca, que ha visitado hoy los laboratorios de la Facultad de Farmacia, ha recordado que uno de cada tres proyectos de investigación que se desarrollan en Andalucía tienen lugar en Granada, con \’unos excelentes resultados\’.

La Universidad de Granada y el Parque Tecnológico Ciencias de la Salud (PTS) son \’pioneros\’ en el desarrollo de productos farmacológicos, ha señalado Cuenca, quien ha apostado por la \’faceta comercializadora y competitiva\’ de los fármacos.

En los últimos tres años, más de 300 grupos de investigación trabajan en diversos proyectos académicos en la Universidad de Granada.
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Los jóvenes prefieren sexo en el callejón, según la Universidad de Granada

Los jóvenes prefieren sexo en el callejón, según la Universidad de Granada

Una investigación realizada conjuntamente entre la Universidad Veracruzana de México y la Universidad de Granada ha analizado por primera vez la manera en la que las parejas de jóvenes enamorados se ‘apropian’ o hacen suyos los espacios públicos para “la exploración erótico/amorosa sobre sus propias fronteras corporales e imaginarias”.
Según publica la Universidad de Granada en su web, este trabajo pionero ha elaborado una “cartografía del amor urbano”, en la que ha quedado patente que “los parques, cines, callejones, puentes, lugares solitarios o puertos” son los escenarios que los jóvenes eligen para dar rienda suelta a sus prácticas amorosas.
Los callejones son los lugares preferidos por los jóvenes como espacio para sus experiencias amorosas, seguidos de la playa y los parques, por este orden.
Este trabajo ha sido elaborado por el doctor Genaro Aguirre Aguilar, y dirigido por los profesores Antolín Granados Martínez y Gunther Dietz del departamento de Antropología y Trabajo Social de la Universidad de Granada. Para llevarlo a cabo, el investigador realizó una encuesta entre 156 jóvenes mexicanos (de los que el 57,7% eran hombres y el 42,3%, mujeres), con edades comprendidas entre los 17 y los 28 años, si bien el autor indica que sus resultados “son extrapolables a cualquier país del ámbito iberoamericano, incluida España”. Para esta investigación se realizaron entrevistas semiestructuradas, grupos focales y un trabajo de observación focalizada, a lo largo de tres años y medio.
Re-significar los lugares públicos
Su trabajo ha permitido conocer parte de las lógicas y dinámicas desde las cuales la práctica amorosa se materializa diariamente en las ciudades. “En este sentido –afirma Aguirre Aguilar- hemos podido constatar las maneras en que los jóvenes no sólo van apropiándose de los lugares públicos para re-significarlos, sino también cómo le asignan un valor simbólico cuando la emoción se desborda y traspasa los umbrales permisibles, alcanzando un grado erótico-sexual”.
El uso que los jóvenes hacen de los rincones de una ciudad para practicar sexo –o simplemente vivir lo que el autor denomina»experiencias amorosas»- no guarda una relación con la clase social a la que pertenecen, ya que todos, ricos y pobres, hacen uso de los espacios públicos para realizar sus prácticas amorosas.
Esta investigación también ha revelado cuáles son los ‘agentes de mediación amorosa’ preferidos por los jóvenes: se trata de las canciones románticas, seguidas de las películas y, muy de lejos, la poesía.
Parte de los resultados de este trabajo han sido publicados en la revista ‘Joven es’, del Instituto Mexicano de la Juventud, del Anuario XI del Consejo Nacional para la Investigación y el Estudio de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC), así como en la revista Ulúa, que publica el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana.

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Los callejones, lugar preferido de los jóvenes para practicar sexo

Los callejones, lugar preferido de los jóvenes para practicar sexo

Los callejones, playas y parques son los escenarios preferidos por los jóvenes para dar rienda suelta a sus prácticas amorosas, según una investigación pionera realizada entre la Universidad de Granada y la Veracruzana de México que estudia la cartografía del amor urbano desde un punto de vista antropológico.

La investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista «Joven es», del Instituto Mexicano de la Juventud, y en la «Ulúa», analiza por primera vez la manera en que las parejas de jóvenes de enamorados hacen suyos los espacios públicos para la «exploración erótico/amorosa sobre sus propias fronteras corporales e imaginarias», según ha informado hoy la Universidad de Granada.

Según el estudio, los callejones, seguidos de la playa y los parques son los lugares preferidos por los jóvenes para sus experiencias amorosas, además de otros espacios como los cines, puentes y puertos.

Para la investigación se llevó a cabo una encuesta entre 156 jóvenes mexicanos (el 57 por ciento de ellos varones) con edades comprendidas entre los 17 y los 28 años.

Los resultados son «extrapolables a cualquier país del ámbito iberoamericano, incluida España», según Genaro Aguirre, responsable del proyecto bajo la dirección de Antolín Granados y Gunther Dietz, del departamento de Antropología y Trabajo Social de la Universidad de Granada.

El estudio conllevó la realización de entrevistas semiestructuradas, grupos focales y un trabajo de observación a lo largo de tres años y medio.

Según Aguirre, la investigación ha permitido constatar las maneras en que los jóvenes no sólo van apropiándose de los lugares públicos para darles un nuevo significado, «sino también cómo le asignan un valor simbólico cuando la emoción se desborda y traspasa los umbrales permisibles, alcanzando un grado erótico-sexual».

El uso que los jóvenes hacen de los rincones de una ciudad para practicar sexo, o simplemente vivir lo que el autor denomina «experiencias amorosas», no guarda una relación con la clase social a la que pertenecen, ya que todos por igual dicen hacer uso de los espacios públicos para realizar sus prácticas amorosas.

La investigación también ha revelado cuáles son los «agentes de mediación amorosa» preferidos por los jóvenes: las canciones románticas seguidas de las películas y, muy de lejos, la poesía.
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El poeta y profesor García Montero, a juicio por defender a Lorca de sus acusaciones de «fascista»

El poeta y profesor García Montero, a juicio por defender a Lorca de sus acusaciones de «fascista»

El Juzgado de lo Penal 5 de Granada ha juzgado hoy al poeta granadino y profesor de la Universidad de Granada, Luis García Montero, por un supuesto delito de injurias hacia José Antonio Fortes, también docente en el centro. Fortes ha denunciado al poeta por un artículo que García Montero publicó en El País criticando al otro profesor. Entre otras hipótesis, Fortes sostiene en sus clases que Lorca «reproducía formas ideológicas fascistas como poeta y como director populista de La Barraca».
Noticias relacionadasLorca «exalta» el fascismo según un profesor de Granada
El demandante ha llegado a pedir una indemnización de 60.000 euros por un supuesto delito de injurias hacia su persona. En el artículo de García Montero, titulado ‘Lorca era un fascista’, el poeta denuncia que Fortes, “durante años, en clase y por escrito, ha despreciado a mi padre, a mi mujer y a mis amigos”.

Humillación en clase
Algunos ex alumnos del demandante han confirmado que el profesor “humilla” a García Montero en las clases y que tiene una fijación obsesiva por el poeta. Los alumnos afirman que ha llegado a referirse a su esposa Almudena Grandes -ambos en la foto- como “la consorte del taxista”, refiriéndose a los versos de García Montero «Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi». Fortes incluso ha llegado a culpar a García Montero del suicidio de Javier Egea, amigo del poeta.

Lorca fascista
Fortes ha declarado en sus clases que “a Lorca le pegaron un tiro por maricón”. En un artículo, incluso señaló que “la propia obra de García Lorca describirá el fracaso mismo de los discursos populistas” y que el poeta granadino exalta “la ideología de la violencia”. Para Fortes, Lorca “exalta” la ideología “de la madre, la ideología de la sangre, […], la ideología patriarcal autoritaria, […], la ideología de la violencia, la ideología de la fuerza, y cuantas demás estrategias e ideologías subsidiarios a cuya sombra y fantasmagoría se pudieran desarrollar”[…] “como por ejemplo a la sombra y fantasmagoría de la ideología de la Norma y el Estilo, de la ideología de la dialéctica de los puños y las pistolas, de la ideología de la Cruzada de Salvación, etc”.

Escándalo
El vicerrector de Extensión Universitaria de Granada, Miguel Gómez Oliver, señala que es una “barbaridad” que Fortes exponga esas teorías en clase. No obstante, Gómez Oliver señala que no hay quejas formales por parte de profesores o alumnos en el Rectorado. El vicerrector anima a los alumnos a “contestarle en clase” ya que la “libertad de cátedra no es sólo de tarima para abajo”.

Altura intelectual de García Montero
Los responsables del Festival Internacional de Poesía también se han manifestado sobre estas declaraciones y consideran que “no es compatible” la “tribuna” que tiene el profesor Fortes en la Universidad de Granada con la recuperación de la Memoria Histórica. Los acontecimientos han servido, según Fernando Valverde, uno de los directores del Festival, para demostrar “la altura personal e intelectual de Luis García Montero”. El granadino, señala Valverde, “ha denunciado una situación insostenible dentro de la UGR que daña la imagen de la institución y que genera dudas inadmisibles sobre uno de los símbolos de la barbarie de la Guerra Civil, el poeta Federico García Lorca”.

Juicio
García Montero ha explicado hoy en los Juzgados que sólo pretendía contestar a unas opiniones que provocaban «sectarismo y dogmatismo» en el alumnado. García Montero, que se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados del Juzgado de Granada, ha negado que tuviera un «ánimo de ofensa personal» al profesor Fortes, y que únicamente quiso responder a unos planteamientos «muy desorientados e injustos».

Persecución
El escritor granadino se ha defendido alegando que Fortes, además de atacar a su familia y a su labor literaria, decía en sus clases que Lorca era un fascista o que Francisco Ayala fue un aliado del franquismo. «Creí que había que contestar esas opiniones porque afectaban al alumnado», y ha asegurado haber sufrido una «persecución» desde hace años.

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García Montero afirma que Fortes genera «dogmatismo» y «sectarismo» entre los alumnos de la UGR

García Montero afirma que Fortes genera «dogmatismo» y «sectarismo» entre los alumnos de la UGR

Durante su declaración en la vista oral, en el Juzgado de lo Penal 5 de Granada, del que es titular Miguel Ángel Torres, García Montero incidió así en que las «repercusiones» de las enseñanzas de Fortes no eran ya sólo «personales», puesto que el profesor insultaba a su compañero de departamento en las aulas, según el testimonio del acusado, sino también «públicas».

El poeta mantuvo que éste le ha sometido a una «persecución» de muchos años, en los que ha escrito diversos artículos en los que «daña» no sólo a él, sino también a sus familiares y amigos, entre ellos uno en el que le acusaba, a él y a Álvaro Salvador, poeta y profesor de Literatura, del suicidio del también poeta Javier Egea.

Con todo lo anterior, García Montero acudió a una reunión de departamento el 26 de septiembre de 2006, en el que se iba a proponer candidato al Premio Federico García Lorca de Poesía, en la que el poeta reconoció haber «estallado», y en la que, según la acusación particular, le profirió una serie de insultos. Posteriormente se produjo una segunda reunión, en la que éste consideró necesario ofrecer su excusa al departamento por lo ocurrido y una explicación de su comportamiento anterior.

En cuanto al artículo, publicado un mes después, concretamente el 10 de octubre, el poeta señaló que alumnos y compañeros ya le habían animado a interponer demanda contra Fortes, pero García Montero dijo creer «firmemente» en la libertad de expresión, a la que le parece «peligroso» ponerle «límites».

«Era mejor contestar en público que no buscar un medio legal para limitar las expresiones de Fortes», de quien habló en el artículo, según aseguró García Montero, como profesor y no como persona. No pretendió, según dijo, ofenderle personalmente cuando se refirió a él en el texto como «profesor perturbado», sino desde el punto de vista académico.

Por su parte, José Antonio Fortes aseguró que en la reunión de departamento de septiembre García Montero le dijo «hijo de puta» o «cabrón», y que «a partir de ahí», ha hecho «menoscabo» de su trabajo. El profesor, que imparte en la UGR la asignatura \’Literatura española desde 1939: dictadura, exilio y democracia\’, negó haber hecho ningún tipo de comentario en el trascurso de la misma, si bien reconoció que su compañero, José Antonio Ortega, en referencia a quién podría ser candidato al Premio Lorca dijo que «se lo podrían dar a Currito Albaicín o a la Pantoja».

De igual forma, incidió en que entre él y García Montero no existían diferencias sensibles en cuestiones académicas y que «jamás» ha asegurado que Lorca fuera un fascista. «Ni lo he dicho ni lo he escrito», dijo Fortes, para quien «el problema» es que en su asignatura no nombra a García Montero como poeta, a quien dijo no haber investigado jamás.

Tras su testimonio, declararon como testigos los compañeros de departamento de ambos, que reconocieron que en la primera reunión se profirieron expresiones malsonantes de García Montero hacia Fortes –que se reía y hacía comentarios durante la misma con otros compañeros– y que, en una segunda, el primero pidió disculpas por lo ocurrido, sin que el profesor querellante manifestara disconformidad alguna.

Ex alumnos de ambos aseguraron que Fortes se refiere al también Premio Nacional de Poesía como un «pequeño burgués al servicio del régimen» o el «apóstol de San Federico, poeta y mártir», y a su mujer, Almudena Grandes, como «la consorte del taxista», en referencia al verso \’Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi\’. De igual forma, el querellante afirma en sus clases, según los que fueron sus alumnos, que Lorca «sostenía la ideología fascista».

Así, según declararon, Fortes dedica «expresiones vejatorias» a García Montero de manera «constante» y «sistemática», que a algunos alumnos irritan y a otros hace reír, según dijeron los testigos, que aseguraron además que el profesor ha ordenado hacer trabajos, «investigaciones casi policiales», de los ingresos que percibía García Montero, que, por contra, «jamás» ha insultado a Fortes en las aulas.

En la presentación de sus informes finales, la acusación, que elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, en las que pide para el acusado 60.000 euros de indemnización, incidió en que «no hubo provocación» por parte de Fortes y que la «concatenación de los hechos no demuestra que haya habido arrepentimiento» de García Montero, que increpó «de manera gratuita» al profesor.

Para la acusación son «ilegales» las manifestaciones verbales y escritas del poeta granadino, a quien dijo que, si tenía queja de su patrocinado, que hubiera acudido a los tribunales. Asimismo acusó a los medios de comunicación de haber hecho un juicio «político paralelo» a Fortes, a quien se le está haciendo un «grave daño».

Por su parte, la defensa, que pide la libre absolución del poeta, incidió en el contexto en el que se produjo la reunión y la publicación del artículo y señaló que Fortes «da un paso más que trasciende lo académico», por lo que el letrado consideró que «quizá el juicio político lo haya hecho él». Según reiteró el abogado, el propio García Montero ha reconoció que hubo un «exceso verbal» pero éste y lo expuesto en \’El País\’, según la defensa, no implica delito.

Las palabras que afirma la acusación que García Montero profirió contra Fortes, «hijo de puta», «cretino», «mequetrefe» y «sinvergüenza», fueron palabras «malsonantes, de mal gusto y groseras», pero que constituyeran delito «son palabras mayores», puesta que éstas son «habituales» en el lenguaje «normal».

En cuanto al artículo, el abogado destacó que en el texto «no hay una sola expresión» contra Fortes que no lo fuera como profesor, puesto que ofrecía en sus clases visiones «inadmisibles» de autores como Lorca o Ayala y que en el mismo hubo crítica «ácida, excesiva o cruda», pero tampoco delito, puesto que es «legítimo» que alguien critique su comportamiento «como persona pública que es» en la UGR.

El juicio, que ha quedado visto para sentencia, ha contado con la presencia de numerosos amigos del poeta granadino y también con la masiva asistencia de medios de comunicación en la sala, que ha permanecido a oscuras la mayor parte de la vista oral.
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