«Manifiesto convivalista: declaración de interdependencia» es una llamada de atención, dicen los autores, “a los hombres y las mujeres que quieren vivir juntos (con-vivir) por la cooperación y el cuidado, y no por la masacre del otro y la destrucción de la naturaleza”
«Manifiesto convivalista: declaración de interdependencia» es el título del libro publicado por la Editorial Universidad de Granada (EUG) en colaboración con la Università degli Studi di Bari “Aldo Moro”. El manifiesto es, en realidad, una llamada de atención, dicen los autores, “a los hombres y las mujeres que quieren vivir juntos (con-vivir) por la cooperación y el cuidado, y no por la masacre del otro y la destrucción de la naturaleza”.
Según Óscar Barroso, autor del prólogo de este libro, este manifiesto fue redactado originalmente en francés por Alain Caillé, pero de él se responsabilizaron como autoras más de sesenta personas –en su mayoría de procedencia francesa, pero también de otras nacionalidades y tradiciones de pensamiento– entre las que se encuentran intelectuales de la talla de Edgar Morin, Chantal Mouffe o Susan George. Fue publicado originalmente en 2013 en la pequeña localidad de Lormont, próxima a Burdeos, por la editorial Le Bord de l’Eau. Enseguida ganó multitud de adhesiones de intelectuales y personas comprometidas con diversas redes asociativas y movimientos por la emancipación, y fue traducido íntegramente al alemán, al italiano y al portugués.
Aunque los autores proceden de diversas tradiciones y escuelas de pensamiento, en el origen del Manifiesto se halla el trabajo del M.A.U.S.S., juego de letras que se refiere tanto a la sigla del Mouvement Anti-utilitariste en Science Sociale como al autor y la temática más central de la revista del Movimiento: Marcel Mauss y su teoría del don, de gran influencia en el ámbito de las humanidades –desde Bataille hasta Derrida, pasando por Merleau-Ponty– y el de las ciencias sociales –como en los casos de Lévy—Strauss y Bordieu.
El Manifiesto convivalista, firmado por una multitud de intelectuales procedentes de diversas tradiciones y escuelas de pensamiento, hace hincapié en el hecho de privilegiar las convergencias frente a las divergencias e indicar sobre qué posiciones culturales pueden desplegarse y profundizarse, con el objetivo de encontrar sustentos ético, económico, ecológico y político para la existencia en común. “La fuerza de arrastre de este Manifiesto –aseguran– no se halla en una apuesta teórica concreta, sino en la desgarradora denuncia de una paradoja que empuja imperiosamente a la búsqueda de los acuerdos necesarios para paliarla. Por un lado, jamás la humanidad ha tenido a su alcance tantas posibilidades para una efectiva emancipación individual y colectiva; pero, por el otro, observamos cómo aumentan las desigualdades entre las personas y entre los pueblos, desigualdades que, además de producir sufrimiento a miles de millones de personas, también ponen en grave peligro la supervivencia de la especie humana y el equilibro ecológico de nuestro planeta”.
Aseguran los autores que este manifiesto no pretende imponer dogmas, sino ofrecer algunas herramientas para la construcción de un “pluriversalismo condividido”. El convivalismo parte de la convicción de que ante “las múltiples amenazas potencialmente apocalípticas que se perfilan a escala mundial, sólo puede salvarnos un gigantesco sobresalto de la opinión pública internacional frente a la explosión de la ´hybris`”.
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